Con la advertencia de la Fiscalía estatal (FGE) de que algunos “testigos enfrentan amenazas de muerte”, arrancó el juicio oral del feminicidio de la joven Jessica González Villaseñor, que inició el debate con los testimonios de su mamá Verónica Villaseñor Ferreyra y su hermano Cristo.
El juez Ariel Montoya Romero encabezará las audiencias en esta etapa del proceso judicial, en la que la Fiscalía espera presentar 50 testigos, además de 150 pruebas periciales y materiales, que comprueben la culpabilidad del joven Diego Urik N., vinculado a proceso por este motivo.
A la audiencia, el imputado se presentó vestido de colores claros, respaldado de manera inicial desde el público por su papá, Bruno Ismael Urik, quien finalmente fue desalojado de la sala por no acatar las medidas sanitarias e intentar sobrepasarse con una periodista, a quien incluso sugirió “comprarle una nota”.
Como testigo, Verónica Villaseñor relató que vio por última vez a Jessica con vida el 21 de septiembre del 2020, cuando desayunaron juntas vía WhatsApp, ya que la joven le había pedido permiso para salir con una amiga.
La madre de familia desconocía que su hija tenía planeado salir con Diego, como lo había hecho al menos 3 veces más; pero al ver que era tarde y no regresaba preguntaron a sus amigas, pero ninguna sabía nada de ella, aunque una comentó que a una reunión había llegado en Uber, por lo que decidieron buscar su computadora personal para tratar de encontrar información que los ayudara a localizarla.
Esta fue la primera prueba que se presentó en el juicio, mientras la defensa del imputado insistió en que la mujer tenía el celular de Jessica, pero había rechazado presentarlo.
En respuesta, Verónica explicó que había reactivado la línea meses después en espera de tener mayor información de las últimas llamadas de la joven, lo que permitió que se conocieran algunas conversaciones que tuvo con Diego y que se integraron a la carpeta de investigación.
Cristo González Villaseñor, relató que al salir de casa, ese 21 de septiembre del 2020, Jessica abordó un vehículo, pero desconocían que se había ido con Diego, de quien la joven le había comentado que “era prepotente y se sentía mucho por su estatus social”.
Al atestiguar en el caso, señaló que fue el responsable de identificar el cuerpo de su hermana. Pese al avanzado estado de putrefacción recuerda que “estaba golpeada y arañada de todo el cuerpo, con la cara deforme”.
Durante su testimonio, se presentaron por primera vez una docena de fotografías de las cámaras de seguridad del fraccionamiento Bosque Monarca, donde se aprecia con claridad el momento en que Diego entra acompañado con Jessica cerca de las 5 de la tarde con 40 minutos de dese 21 de septiembre.
En otras fotografías se observa que sale al día siguiente solo, con una mano con un guante azul, lo que provocó la molestia de la defensa, que trató de impedir primero que se presentaran las gráficas y luego que tuvieran valor probatorio.
Al término de la audiencia, la familia se dijo tranquila de “haber expuesto la verdad” de los hechos, pero aseguraron que no es un juicio para pedir justicia sino para que Diego se defienda, ya que el juez pidió a Verónica Villaseñor, no hacer algún gesto durante su desarrollo.
Cristo González Villaseñor aseguró que el proceso “es revictimizante”, ya que, los abogados defensores han dejado claro que ni siquiera conocen la carpeta de investigación y todas las pruebas que se tienen, por lo que se dedican a acosar a las víctimas.
Martín González, papá de Jessica, aseguró que no hubo violencia contra el papá de Diego, como señaló a algunos de los asistentes a la audiencia.
La próxima audiencia se desarrollará el próximo 23 de junio a las 13:30 horas.