Arropada por la dirigencia estatal del Partido Encuentro Solidario (PES), la presidenta municipal de Penjamillo, Xóchitl Karely del Río Carranza, rechazó tener alguna relación con las agresiones, amenazas y amedrentamiento que denunciaron 4 regidoras y la síndica del lugar, al asegurar que también es “víctima de las circunstancias” y teme cada día por su vida.
En conferencia de prensa que ofreció en Morelia, explicó que incluso desconocía de la “salida” de sus compañeras de Cabildo y mucho menos que lo habían hecho junto con sus familias.
“Yo soy víctima también de estas circunstancias. (…) De los señalamientos que se hacen hacia mi persona, quiero dejar en claro que soy totalmente ajena de esos hechos, yo jamás atentaría contra la vida de mis compañeras ni de sus familias, porque yo también soy madre, soy madre soltera, vivo con mis padres, se de la angustia, el dolor y lo feo que es estar en esa situación.”
La alcaldesa se dijo rebasada por la problemática de violencia que aqueja al municipio, por lo que llamó a las autoridades estatales a que den una respuesta y les brinden protección.
Además, puso a disposición su renuncia al cargo, si eso asegura la tranquilidad del municipio.
“Si eso fuera la solución para que mis compañeras tuvieran tranqulidad y mi municipio estuviera tranquilo por supuesto que sí, yo no estoy casada con el puesto y si esa es la manera que mi municipio tuviera tranquilo, yo lo haría”.
Previo a buscar una reunión con el secretario de Gobierno, Carlos Torres Piña y el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla, señaló que desde hace 3 semanas regidoras y síndica dejaron de acudir al municipio, pero aseguró que desconocía que hubieran dejado el lugar.
Afirmó que tuvo conocimiento de lo que ocurría hasta que se publicaron diversas notas con sus declaraciones el pasado 10 de octubre, aunque aclaró no poner en duda la veracidad de lo que señalan, al afirmar que ella misma ha sido amenazada.
Explicó que 15 día después de asumir el cargo, recibió una extremidad humana en su domicilio con una advertencia.
“La amenaza sobre mi siempre va a estar latente, a mí me hicieron llegar una extremidad de un cuerpo humano, donde estaba plasmado mi nombre, donde se me decía que si aceptábamos el cargo de la presidencia así nos iban a entregar a nuestros familiares”.
Pese a reconocer que tiene vigilancia personal las 24 horas días, dijo que esto no es garantía de su seguridad y de que al salir “pueda regresar con su familia”.