Como consecuencia de la pugna entre grupos criminales por el control del territorio, comunidades de Apatzingán reportan el desplazamiento de al menos 150 personas, que han tenido que salir de sus hogares para resguardarse, durante el mes del marzo.
La presidenta municipal de Apatzingán, Fanny Arreola Pichardo precisó que la situación más reciente fue la registrada el pasado 15 de marzo en El Alcalde, donde 16 familias completas salieron desplazadas,
No obstante se pronunció por revisar los datos que dio a conocer la Agencia de la Organización de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), que reportó al menos 500 desplazados en ese municipio de la Tierra Caliente y aclaró que esa cifra podría reflejar más bien la magnitud del problema desde el año 2000.
“Yo creo que esa cifra hay que revisarla, porque seguramente es la suma desde cuando inició el conflicto. El conflicto estamos hablando prácticamente del 2019, 2020, en el 2024 hasta el 2024. (…) En este fenómeno de las últimas dos semanas no llega a las 500 personas, no rebasa las 150 cuando mucho, personas en situación de salida”.



La munícipe informó que, aunque El Alcalde “es el epicentro” de este problema, también hay otras afectadas, principalmente por su cercanía, como Las Bateas, El Guayabo y El Morado.
“El epicentro más importante en este momento es la comunidad de El Alcalde. (…) El alcalde se encuentra comunicado de manera muy cercana a Las Bateas, que es una comunidad que también ha tenido presencia importante de este tema. Básicamente sobre esas comunidades, el Guayabo, y un poquito el área de El Morado, es donde tenemos el reporte más importante.”
La funcionaria coincidió en la versión del secretario de Gobierno, Carlos Torres Piña y señaló que tras la instalación en la zona una Base de Operaciones Interinstitucionales (BOI), que garantiza la vigilancia de elementos federales y estatales, algunas familias optaron por regresar a sus hogares.
Explicó que en consecuencia, el ayuntamiento a su cargo ha tenido que “entrar” para dar atención a las afectaciones, principalmente en infraestructura y apoyos alimentarios a las personas.
Arreola Pichardo precisó que no se instaló un albergue para la atención de los desplazados, debido a que la mayoría decidió resguardarse con familiares en comunidades cercanas.