Como una historia que plantea el tema del distanciamiento como un hecho que podría ser de ayuda para reflexionar, el cortometraje “Aire”, del director Guillermo Aranda, será una de las producciones cinematográficas que competirán dentro de la sección Michoacán, en el Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM)

El también productor y guionista, refirió que “Aire” es un fragmento de un guión de un largometraje que se encuentra en desarrollo, pero con esta parte busca dar a conocer que el distanciamiento es una acción que pasa en el cotidiano de la humanidad, ya sea con amigos, pareja o inclusive hasta en sí mismo.
“Entonces el Aire es el distanciamiento, es una manera de decirle cuando traes el distanciamiento con una persona date un aire con un amigo, con un proyecto para lo que sea, entonces siempre un distanciamiento permite la reflexión, permite plantearse todo, dar un espacio para la otra persona o para uno mismo o para cualquier otra cosa o sujeto.”

Por su parte, Valeria Cusicanqui, protagonista de la historia, consideró que, desde el hecho de grabar en el municipio de Lázaro Cárdenas, su participación ha sido toda una experiencia, en la cual el personaje de “Claudia”, la hizo reflexionar sobre esos momentos de frustración que se tienen por no poder hacer algo.
“Fue muy lindo porque conecté también mucho con esta sensación de perfeccionismo que puede llegar a tener Claudia y a veces con esa tolerancia, la frustración, el hecho de no poder manejar es algo que todos hemos sentido y más cuando tenemos la presión de quizá estarle entre comillas quitándole el tiempo a alguien”.

Al considerar que en la historia se plantea un periodo de transición y de cuestionamiento sobre “quién eres o qué eres”, el coprotagonista Alan Oliva, consideró que el público puede conectar “demasiado fácil”, ya que es algo que todos podemos pasar en algún punto de la vida.
“En este caso mi personaje, creo que vive en un periodo de transición de que algo ya no le satisface en donde está y encuentra a esta persona que está queriendo aprender algo nuevo como lo es conducir y esta personita pues dice ok, vamos a ayudarla, pero en el camino, en el proceso se va a dar cuenta de que ella también le está enseñando algunas cosas”
El corto está construido en un formato de blanco y negro, con el cual a decir el director Guillermo Aranda “tiene un impacto a nivel narrativo” ya que no solo se trata de una cuestión estética, sino también da entrada a un dramatismo en una “fotografía muy de contraste”.