Una afluencia turística de alrededor de 4 mil personas, se registró en los 3 santuarios de la Mariposa Monarca en el oriente de Michoacán, durante la primera semana que estuvieron abiertos al público y en medio de la pandemia del COVID-19.
El director de la Reserva de la Biósfera, Felipe Martínez Meza, informó que los Santuarios de Senguio, Sierra Chincua y El Rosario han recibido una cantidad regular de visitantes, pero se espera incremente durante el periodo de vacaciones decembrinas.
“Al menos durante la primera semana de tuvo una afluencia regular de alrededor de 4 mil personas en los 3 santuarios pero obviamente tenemos la expectativa de que vaya incrementando a medida que en un momento dado inicien las vacaciones decembrinas”.
De manera muy general, calculó hasta el momento una derrama económica de alrededor de 300 mil pesos, solamente por el acceso a los santuarios, sin embargo consideró muy anticipado tener una cifra concreta tomando en cuenta los demás servicios que se ofrecen.
De acuerdo al comportamiento que se registró durante la primera semana de operación de los santuarios y al aforo permitido en cada uno de ellos que es al 50%, Martínez Meza, señaló que la expectativa que se tiene para las próximas semanas es aumentar a 7 mil personas la afluencia turística, cifra muy por debajo de a años anteriores, cuando recibían de 10 mil a 12 mil turistas en un fin de semana.
“Si ahorita estamos hablando de 4 mil personas en un fin de semana, tranquilamente pueden llegar a 6 mil o 7 mil gentes en un fin de semana de las vacaciones porque usualmente en condiciones normales era hasta el doble”.
En lo que respecta al cumplimiento de los protocolos sanitarios establecidos en los santuarios, refirió que en su mayoría los turistas las llevan a cabo con responsabilidad, sin embargo, reconoció dificultades para respetar la sana distancia, debido a que las personas tienden a aglutinarse por la velocidad variable con la que caminan por los bosques.
El director de la reserva de la Mariposa Monarca, hizo un llamado a la sociedad para evitar que las personas vulnerables (niños, adultos mayores, con enfermedades crónicas) acudan a los santuarios, ya que se les prohibirá la entrada.