A casi 5 décadas de la desaparición de cinco integrantes de la familia Guzmán Cruz, considerado el primer referente histórico de las desapariciones forzadas en Michoacán, el Consejo Supremo Indígena y familiares de las víctimas, se pronunciaron en contra de la impunidad y exigieron verdad y justicia en el caso.
El vocero del Consejo Supremo Indígena (CSIM), Pável Ulianov Guzmán, señaló que a 48 años de la desaparición forzada, el Estado Mexicano aún no ha respondido por estos crímenes contra la humanidad, pese a que fueron denunciados y documentados por los organismos correspondientes, por ello, exigieron a la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH) emita ya un dictamen de fondo del caso de la familia Guzmán Cruz.
“A casi 5 décadas de su desaparición, los familiares de los desaparecidos p’urhépecha, continúan incansablemente luchando en contra del olvido y la impunidad exigiendo memoria, verdad y justicia, por lo que colectivamente exigimos a la CIDH que emita el dictamen de fondo del caso de la familia Guzmán Cruz, toda vez que la justicia retrasada es justicia denegada”.
José de Jesús Guzmán Jiménez, y sus hijos Amafer, Solón Adenauer, Armando y Venustiano Guzmán Cruz, luchadores sociales, originarios de la comunidad P’urhépecha de Tarejero, fueron detenidos por la entonces Dirección Federal de Seguridad y el Ejército Mexicano, trasladados a la XXI Zona Militar en Morelia y luego al Campo Militar No. 1, lugar donde fueron interrogados, torturados y desaparecidos.
Por su parte, el hijo y hermano de los desaparecidos, Abdayán Guzmán Cruz, refirió que más allá de lo que plantee la norma internacional, busca que se reivindique a sus familiares, ya que dijo, solo eran luchadores sociales más no personas de mal, merecedoras de estos crímenes.
“Nosotros no queremos la reparación del daño, queremos su presencia pero también sabemos que es imposible, por eso nos interesa la memoria histórica que reivindique a mis hermanos y a mi papá de que no eran rateros, asaltabancos, asesinos, eran luchadores sociales y si en ese caminar se plantean nuevas cosas pues bienvenidos sean”.
En este entorno social, lamentaron que entre los años de 1974 y 1976, en el período denominado “Guerra Sucia”, fueron reprimidos los movimientos sociales y opositores, así como a las personas que se consideraban sus bases de apoyo, hechos en los que fueron víctimas la familia Guzmán Cruz.