El cortometraje “Sin soltarte, dejarte ir”, dirigido por Ángel y con Armando como fotógrafo, es una conmovedora reflexión sobre la dificultad de la pérdida y la necesidad de aceptar los finales. La obra se inspira en la historia personal de los abuelos del director y utiliza un enfoque sutil para hablar del amor en todas sus representaciones.
Inspiración Personal y Temática LGBT
La idea central del corto surge de una experiencia íntima del director: su miedo a la pérdida y a la soledad, el cual se hizo evidente al observar el cuidado incondicional de su abuelo hacia su abuela ante un inminente fallecimiento y la profunda dependencia emocional entre ellos.
El director optó por presentar la relación en el cortometraje como LGBT, buscando universalizar el miedo a la pérdida, un sentimiento que “puede pasar todo el tiempo”, y que resuena particularmente con temas de la comunidad. Sin embargo, la intención principal nunca fue abordar una lucha social, sino hablar del amor en todas sus formas. El director celebró que el corto haya sido entendido sutilmente, como un “amor cualquiera”.
El título, “Sin soltarte, dejarte ir”, encapsula el conflicto central: la lucha de no querer soltar a alguien que se tiene que ir, y la necesidad de aceptar la pérdida como la única certeza en la vida.
Retos Técnicos y la Poesía de la Fotografía
La realización presentó desafíos notables, especialmente con la escena más retadora: un plano a una sola toma, que requirió una planificación meticulosa para orquestar la puesta en cámara y la puesta en escena.
En la fotografía, el director y el fotógrafo buscaron comunicar la emoción de las escenas íntimas. En momentos como la regadera, el fotógrafo Armando utilizó una luz envolvente y cálida y optó por planos contemplativos centrados en detalles sutiles, como una caricia, para traducir el amor y el gesto de cariño. Ambos lograron que la historia y la imagen conectaran y lograran “mover algo” en el espectador, cumpliendo así el propósito de las artes.
Participación en el Festival y Llamado al Cine de Michoacán
Para el director Ángel, esta es su segunda edición en el festival, mientras que para el fotógrafo Armando es la primera ocasión que asiste como creador.
El equipo busca aprovechar la plataforma del festival para conocer a otros realizadores e invitar al público a consumir cine de Michoacán, un trabajo que realizan con “mucha pasión, con mucho entusiasmo”.



