Sin ninguna autoridad que se los impidiera, normalistas de diversos estados de la República se reunieron en Morelia para causar destrozos a comercios e instituciones, así como vandalizar mobiliario urbano de la ciudad con total impunidad.
Dese 2012, cada 15 de octubre cientos de normalistas marchan en conmemoración de la llamada represión policial al interior de la escuela normal rural Vasco de Quiroga.

Aproximadamente a las 15:00 horas llegaron a la salida a Pátzcuaro 11 autobuses retenidos por los manifestantes. Los jóvenes, armados de cohetones, piedras y resorteras, iniciaron su recorrido sobre Calzada La Huerta.

Todo local con ventanas, señaléticas, paredes recién pintadas, cortinas, parabuses, cadenas nacionales e internacionales fueron los objetivos para vandalizarlos.

Más adelante, las instalaciones del Poder Judicial de Michoacán fueron otro blanco de la impunidad. Los normalistas no se conformaron con lanzar cohetones y piedras, también usaron un vehículo para destrozar la cortina metálica del acceso al estacionamiento.

El contingente siguió su paso hasta Palacio de Gobierno, donde siguió la muestra de vandalismo sin nadie ni nada que se los impidiera.

En entrevista, los voceros del movimiento se deslindaron de lo que denominaron “un grupo de choque” que se sumó a su movimiento para hacer destrozos.

“No son destrozos y no son pertenecientes a nuestra base estudiantil aquellos que hacen disturbios. Nosotros salimos a manifestarnos de manera pacífica alzando nuestra voz”.
Los normalistas realizaron un mitin político para exigir la liberación de Eder Israel Aparicio Bracamontes, quien está señalado por la Fiscalía de Michoacán como presunto implicado en el asesinato de un joven en la normal de Tiripetío.