Morelia, Michoacán. – El dirigente estatal del PRI, Guillermo Valencia Reyes, denunció la falta de atención del gobierno estatal y federal frente a la violencia en comunidades como Araró, localidad de Zinapécuaro, donde en días recientes se reportaron intensos enfrentamientos armados que aterrorizaron a la población.
Valencia cuestionó que las autoridades intenten minimizar la gravedad de los hechos, al asegurar que los tiroteos fueron reales y documentados por habitantes y medios de comunicación. “Es una falta de respeto a nuestra inteligencia que el gobierno diga que en Araró no pasó nada, cuando toda la población pasó la noche en pánico escuchando los balazos”, señaló.
El líder priista sostuvo que la estrategia oficial ha sido negar lo ocurrido, pero afirmó que la evidencia en videos demuestra lo contrario. “¿Qué son entonces los videos? ¿Montajes, producto de la inteligencia artificial?”, ironizó, al recalcar que los enfrentamientos fueron visibles y públicos.
Valencia también advirtió sobre la crisis que enfrentan las fuerzas armadas en Michoacán, al contabilizar 19 militares muertos por minas terrestres entre 2024 y lo que va de 2025. Recordó que en Tepalcatepec, Aguililla, Cotija, Buenavista y Los Reyes, los elementos del Ejército han sido víctimas de ataques con explosivos sembrados por grupos criminales.
“Tan solo en 2025 ya suman nueve militares muertos por estas minas, que se han convertido en un arma letal contra quienes buscan restablecer el orden en la región”, subrayó.
El dirigente priista lamentó que, pese a las constantes denuncias públicas, el gobierno federal no haya implementado una estrategia integral para contener esta violencia. “No sé si es incapacidad, indiferencia o complicidad, pero lo cierto es que pareciera que se les dan facilidades a los grupos delictivos para tomar el control del estado”, acusó.
Finalmente, Valencia expresó su solidaridad con los habitantes de Araró, Tepalcatepec, Buenavista y otras comunidades que enfrentan la violencia y el desplazamiento forzado. “El problema está dañando a la gente buena, a la que produce la tierra y sostiene a nuestro estado. No podemos seguir normalizando esta tragedia”, concluyó.