“La tiranía totalitaria no se edifica sobre las virtudes de los totalitarios, sino sobre las faltas de los demócratas”. Albert Camus (1913 – 1960) Escritor francés.
Adiós al Instituto Nacional Electoral (INE) que logró establecer garantías para que los ciudadanos pudiéramos ejercer nuestro derecho a votar libremente y que el voto contara.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo que no tolera la crítica y ha evidenciado su gusto dictatorial, ha amenazado con una reforma electoral donde evidentemente desahogará su venganza por la crítica que hicieron 5 consejeros del INE a la elección Judicial.
Obediente a los deseos de su jefe Andrés Manuel López Obrador, la doctora sigue en la ruta de destruir los contrapesos en el país. Tienen el control del Congreso de la Unión, ya aniquilaron a los organismos ciudadanos autónomos y sometieron al Poder Judicial, ya controlan al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), ahora van por tomar pleno control del INE y de la libertad de expresión.
La científica, se mostró evidentemente descompuesta ante el fracaso de la elección de ministros, magistrados y jueces que apenas alcanzó el 13 por ciento de participación, donde además fueron evidentes demasiadas trapacerías, la más grotesca y que implicó una indebida inversión multimillonaria, los acordeones.
La sospecha grita que se hicieron y distribuyeron con dinero público, eran indispensables para que lograran lo matemáticamente imposible, es decir, una “coincidencia” superior al 80 por ciento entre lo que mandaban los acordeones y los que finalmente ganaron, cuates, empleados y/o feligreses de Morena y aliados.
Sheinbaum Pardo no toleró las verdades de 5 consejeros electorales nacionales que tras argumentar sobre las irregularidades detectadas en los comicios judiciales, votaron en contra de validar semejante porquería. Ellos son: Arturo Castillo Loza, Claudia Zavala Pérez, Dania Ravel Cuevas, Jaime Rivera Velázquez y Martín Faz Mora.
Se extralimitaron, dice la presidenta con a. Así que, viene la venganza, una reforma electoral con la que buscará tener todo el control y aniquilar otro contrapeso. Después de todo, millones de ciudadanos siguen aplaudiendo la destrucción de la incipiente democracia mexicana.
Argumentó que deben ser más baratas las elecciones, criticó que fueron demasiado los 8 mil millones de pesos que se gastaron en la elección Judicial, en esa estupidez que su jefe le mandató y ella y otros feligreses llevaron a la práctica para consumar la venganza contra la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Lo que realmente quiere la doctora, con a, es que nadie la critique. Pretende el aplauso pleno, la lambisconería permanente incluso ante el error o la evidente corrupción.
La noche que padece México tras el gobierno de López Obrador, avanza a pasos agigantados a lo más negro con la obediente Claudia Sheinbaum. Todavía le queda margen para seguir endeudando al país con el objetivo de regalar dinero a sus feligreses y mantenerlos distraídos, conformes, anestesiados, sin voluntad para ver y analizar la realidad, pensar y tomar decisiones.
Por eso la presidenta con a, no tiene empacho en evidenciar su cinismo. Ante la crítica de partidos opositores por el fracaso, corrupción y fraude del proceso electoral judicial, reconoció que Morena y aliados lograron imponer a sus candidatos.
Sheinbaum Pardo dijo que PRI y PAN “decidieron llamar a no votar… si tú llamas a no votar, cómo esperas que haya más candidatos que estén identificados con otra posición política, eso es lo primero. Y lo segundo, pues la gran mayoría del pueblo de México apoya a la Cuarta Transformación, entonces es natural que, a la hora de votar, pues si había personas que tienen una historia vinculada con un movimiento de transformación, pues sean las personas que elija la gente”.
Así de claro. Lo más negro de la noche para México se avecina. Si la mezcolanza Morena conformada con muchos de los más corruptos expriistas, experredistas y expanistas logran la reforma con la que amenazó la doctora, difícilmente los comicios del 2027 serán transparentes, difícilmente se podrá votar con libertad y difícilmente el voto contará.
Para colmo, de prosperar otras reformas que buscan callar las voces críticas o tener el control de todos los ciudadanos como la “Ley Espía” que ya se aprobó en la Cámara Baja, muy pronto estaremos en un régimen no sólo de un partido hegemónico, sino tirano, autocrático o dictatorial.
Con la esperanza de que haya una próxima vez… me despido, gracias.
