A 272 años del natalicio de don Miguel Hidalgo y Costilla, el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla afirmó que se mantiene “más vivo que nunca” el ideario del Padre de la Patria, de alcanzar la justicia social.
El mandatario fue el orador oficial del breve acto conmemorativo que se realizó frente a la efigie de Hidalgo, ubicada en el patio central del Colegio de San Nicolás, cuna de sus ideas revolucionarias y del que luego fue maestro y hasta rector.

En pocos minutos hizo un recuento de la historia y lucha libertaria del cura, al que calificó como “el visionario que intercambió los privilegios del clero por el grito de libertad, al hombre que transformó el púlpito en tribuna de rebelión y la espada en símbolo de emancipación”.
“En el fondo del movimiento de independencia se agitó el legítimo anhelo de la reivindicación de las tierras para los campesinos, de mejorar las condiciones del trabajador, de dar instrucción y cultura al pueblo y de cristalizar todo esto en un régimen democrático, en donde la ley fuera la garantía de la libertad económica y de la libertad política. Hoy, en estos tiempos estelares de transformación que estamos viviendo, siguen latiendo con fuerza idénticos propósitos y aspiraciones de justicia social.”
Junto a las autoridades universitarias, diputados y funcionarios, Ramírez Bedolla reconoció a la Casa de Hidalgo, como una institución que forma profesionales y profesionistas con alta responsabilidad social y consciencia crítica.

Llamó también a honrar al Padre de la Patria “haciendo vivos” su esfuerzo y enseñanzas, de tal manera que México defienda los principios de justicia social.
“Que esta universidad, que nuestra Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, siga siendo un espacio de pensamiento crítico y acción transformadora. Que cada ola, cada investigación, cada proyecto social, lleve impreso el espíritu libertador de Miguel Hidalgo y Costilla. Hidalgo no murió en 1811, está presente en la vida de México, su ideario político-social continúa vigente”.
Don Miguel Hidalgo y Costilla nació en 1753 en la hacienda de Corralejo, en Pénjamo. A los 12 años llegó a la entonces Valladolid, acompañado de su hermano Joaquín, con quien se inscribió en el Colegio de San Nicolás. Esta noble institución habría de convertirse en la cuna de sus ideas revolucionarias.