“Estamos revisando dónde pudo haber ocurrido, o dónde están o si retornaron o no retornaron, esa información no la tengo”.
Desplazadas por la violencia que generan la delincuencia, al menos 15 familias salieron el sábado 15 de marzo de las comunidades de El Alcalde y Río Grande, conocida como El Guayabo, municipio de Apatzingán, sin que se conozca quiénes son o dónde se encuentran, ante el temor que tienen por las represalias que pudiera tomar el grupo delictivo que considera esas poblaciones como “un bastión”.
El secretario del Migrante, Antonio Soto Sánchez dijo desconocer de información previa a su llegada a la dependencia hace apenas 3 semanas y afirmó que solo tiene claro este último dato que fue reconocido como oficial por la administración de la que forma parte.

“Yo tengo solo detectado, la nota que nos informaron en Apatzingán el sábado. Yo de que estoy de secretario no, anteriormente se escucharon cosas y se dijeron cosas, y salieron notas, pero yo en este tiempo que yo estoy en la secretaría, del único caso que he sabido y he tenido conocimiento, y ya tenemos comunicación con la presidenta municipal, con la Secretaría de Gobierno, es el caso del sábado, el de las 15 familias desplazadas”.
Integrantes del Observatorio de Seguridad Humana de Apatzingán, que pidieron reservar su identidad, pidieron al gobierno estatal dar a conocer la metodología que emplearon para calcular la cifra de desplazados, al señalar que, de acuerdo al INEGI, al menos 500 estarían en riesgo de ser desplazadas.
“En el último evento que es el del sábado, el censo indica que ha´bia en el 2020 en El Alcalde 344 personas habitando y en el Guayabo 148 personas habitando, lo que nos daría un universo de cerca de 500 personas expuestas a esta situación. De manera extraoficial sé que se habla de 150 personas desplazadas reconocidas por las autoridades, no puedo afirmar que esa sea la cifra, por eso invito a las autoridades a que hagan público se conteo y a través de que metodología lo realizaron”.
Señalaron que este desplazamiento tiene características “que no habían visto”, ya que los afectados “no quieren ser identificables ni localizables”, ya que se sienten en riesgo por el grupo delictivo agresor.
“Este evento reciente del cual tuvimos noticias el sábado pasado tiene características que no habíamos visto, las personas desplazadas actualmente no quieren ser identificables ni localizables, porque salen de comunidades que lamentablemente tienen el estigma de ser bastión de uno de los grupos en disputa por el territorio, entonces al salir perciben un riesgo inminente de recibir represalias del grupo agresor”.
Señalaron que en Apatzingán, desde el 2023 se registra desplazamiento forzado en las comunidades de Bateas, Llano Grande y Tepetate, además de Acatlán y Salatera.