“Hay quien cruza el bosque y sólo ve leña para el fuego”. León Tolstoi (1828 – 1910) Escritor ruso.
La Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo sigue en crisis debido al Sistema de Pensiones y Jubilaciones que los sindicatos de profesores y empleados lograron con añejas negociaciones contractuales.
Es tan grave la problemática y el pragmatismo que prevalece, que, con todo y la reforma que le otorga “autonomía presupuestal” le queda una década de vida, pero, una avalancha de jubilaciones acortaría esa expectativa.
La polémica se ha intensificado en los últimos días por la reforma a la Ley Orgánica que se ha hecho en tiempo récord. El debate además de jubilaciones y pensiones se agudiza en la democratización de la elección de futuros rectores y directivos, la desaparición de la Comisión de Rectoría y el crecimiento al doble del Consejo Universitario, es decir, pasará de 120 a 240 integrantes.
Pero, nada de esto que ha provocado tantos enfrentamientos al interior de la Máxima Casa de Estudios de Michoacán tendrá importancia en unos años si no encuentran una manera de contener la bola de nieve que representa la inminente jubilación de profesores y empleados administrativos, que en plena edad productiva se están jubilando y deberían ser reemplazados, por lo menos en algunos casos.
Así que, pese a no ponerle un solo peso a su retiro, la gran mayoría de los sindicalizados, unos 6 mil, podrán jubilarse con 2 pensiones, la de la Universidad y la del Instituto Mexicano del Seguro Social.
La crisis se arrastra de muchos años debido a la contratación indiscriminada, como lo evidenció la actual rectora, Yarabí Avila González.
Señaló que, durante la administración de Jaime Hernández Díaz, del 2003 al 2007, se generaron 894 plazas, lo que representó un 38.48 por ciento del personal y del gasto.
En el periodo del 2007 al 2011, durante la rectoría de Silvia Figueroa Zamudio, se contrataron otras 1 mil 138 personas, lo que representó un aumento del 42.28 por ciento.
Después, entre el 2011 y el 2015, bajo la administración de Salvador Jara Guerrero y el último año de Gerardo Tinoco Ruíz, se generaron 422 nuevas plazas que también heredó Silvia Figueroa y que impactó con un crecimiento del 12.15 por ciento en la plantilla laboral y el gasto.
Peor aún, todas las contrataciones se hicieron en condiciones leoninas, convenidas entre rectores y sindicatos. Es decir, todos aquellos que obtuvieron una plaza antes del 2020, se pueden jubilar y obtener sus pensiones tras 25 años de labores, lo que ha permitido que muchos se retiren a gozar de sus derechos y privilegios en plena etapa productiva de su vida, rondando los 50 años.
Así que, según la vida promedio en nuestro México, podrían disfrutar de sus pensiones unos 25 años, mismos que la UMSNH tendrá que pagar otro salario del personal que suplirá a los pensionados.
En el ánimo de darle viabilidad a la Nicolaita, en 2020, en la gestión de Raúl Cárdenas Navarro se generó una reforma que obligó a quienes obtenían una plaza, a ponerle el 5 por ciento de su salario base a su jubilación. Además, crecieron a 30 años de trabajo y una pensión complementaria en partes iguales entre la UMSNH y el IMSS. Aunque nimio, pero fue un pequeño avance.
En esa ocasión se acordó la creación de un fideicomiso donde a la par de los trabajadores que le ponen un 5% de su salario base a su retiro, aportarían el mismo porcentaje los gobierno federal y estatal, así como la Universidad. Pero, ese fideicomiso nunca se oficializó.
Ahora, se pretende que las personas que logren una plaza tengan las mismas obligaciones y beneficios que otorga el actual sistema de AFORES que prevalece en la mayoría de los trabajadores del país, con lo que la Universidad Michoacana, lograría algo de oxígeno.
Vale destacar que, según el informe que presentó la rectora Ávila González, en la administración nicolaita del 2015 al 2019, la grave crisis que se enfrentó provocó la reducción de personal docente en 1 mil 32 plazas, lo que significó una disminución del 35.63 por ciento.
Luego y pese a que seguía la crisis, entre 2019 y 2023, durante la gestión de Cárdenas Navarro se crearon 341 plazas con un impacto del 8.88% en el personal. Mientras que, en el 2023 se logró disminuir 329 plazas que representan un 11.60% del personal.
La reforma constitucional y la que se lleva a cabo a la Ley Orgánica de la Universidad Michoacana debería motivar a sindicalizados y funcionarios nicolaitas a hacer un esfuerzo por ponerse de acuerdo, a ver más allá de su pragmatismo, antes de que sea demasiado tarde.
Sin duda, eso es lo mejor, Pero ante las lamentables inercias que padece la Casa de Hidalgo como la grilla, la diputa por el poder, los abusos y el estricto beneficio particular, podría llegar más pronto que tarde la inviabilidad financiera. Y entonces, perderán todos, y podrían causar un incuantificable daño a los jóvenes estudiantes.
No descarto que sea mejor padecer esa lamentable crisis, que podría ser breve y permitir el resurgimiento de la Universidad Michoacana con mejores y más equilibradas condiciones contractuales para todos.
Están a tiempo de hacer lo correcto.
Con la esperanza de que haya una próxima vez… me despido, gracias.
