Con bajas ventas para artesanos y productores de 11 municipios del estado, se realiza la edición número 8 de la Feria del Árbol Navideño, en instalaciones de la Comisión Forestal de Michoacán (COFOM), donde se instalaron desde el viernes 29 de noviembre 89 emprendedores de diversas zonas de la entidad.
En la zona del Bosque Cuauhtémoc, lo mismo puede encontrar árboles naturales y esferas de Tlalpujahua, que Nochebuenas de Zitácuaro, artículos de crochet que se elaboran en Morelia y artesanías elaboradas con hojas de maíz, de Santa Clara del Cobre.
Mientras la inauguración se realizó sin invitación a medios de comunicación desde el viernes, en el segundo día de actividades, Esteban Hernández, jefe de Investigación y Cultura Forestal de la COFOM detalló que se espera superar los 4 mil visitantes que se tuvieron en 2023 y una derrama económica cercana a los 3 millones de pesos.
Sin embargo, los participantes reportan ventas mínimas, no solo por la situación económica actual sino por el cambio climático que provocó una baja de prácticamente 30% en la producción de árboles naturales, y en consecuencia, solo hubo 3 de los 10 participantes que los habían ofertado otros años.
“De la producción te podría decir que hubo menos producción, incluso hay menos productores en la exposición este año y creo que los factores son por el clima, no fue bueno este año”, aseguró Carlos Russo.
Gudelia Ángel Urincho, se trasladó desde Santa Clara del Cobre para ofertar las artesanías que elaboran con hojas de maíz, en una actividad que solo realiza esta familia y para la que se preparan durante todo el año.
Sin embargo, lamentó las bajas ventas que han registrado en relación a otros años.
“La verdad sí ha estado muy apenas las ventas, no está como en otros años, menos fluido la verdad; como de un 100%, un 90 no he vendido, está muy descompensado”.
Los stands lucen con poca afluencia, sin importar el producto que se oferte; Marisol Reyes Nicolás, vende Nochebuenas que se cultivan en Zitácuaro, sin que tampoco haya tenido buen ingreso, pese a que de ahí depende su subsistencia.
“Las ventas han estado muy bajas, casi no se vende mucho”, lamentó al señalar que de las ventas se mantienen.
Tampoco reportó buenas ventas el artesano Martín Soto Hernández, quien proveniente de Tlalpujahua, oferta piezas de extraordinaria belleza que elaboran en solo 25 minutos; con cerdas de los pinos ya caídos, que recolectan y deshidratan.
“Ahorita está malísimo, malo, yo soy de las personas que tienen 6 años viniendo, y ahora no he vendido nada, casi me lo voy a llevar todo”.
En la zona también podrá degustar los platillos de cinco cocineras tradicionales, que se trasladaron desde la Costa, la Meseta Purhépecha y la Tierra Caliente para participar en esta tradicional Feria, que concluirá este domingo primero de diciembre.
