Tras la designación de Jesús Antonio Mora González, como nuevo dirigente estatal de Morena, la exaspirante a esa posición y diputada local con licencia, Itzé Camacho Zapiaín, señaló que la dirigencia nacional no puso orden en el proceso interno.
Consideró que los “compañeros están secuestrados”, pero pese a no estar conforme con el desarrollo de la elección, dijo que no impugnaría los resultados.
“Es que no es que yo esté conforme, los compañeros están secuestrados y eso no puede seguir. No, no, no, yo creo que si tú les preguntas a ellos, pues van a decir que votaron porque tuvieron que enseñar su voto, tuvieron que enseñar todos los votos de Mora, fueron enseñados y hasta adelante hubo quien constatara ese voto que era Mora y era la exdiputada Acero.”
Pese a negar que se tuvieron “dados cargados”, Camacho Zapiaín consideró que el proceso estuvo “viciado y amenazado”
“No sucio, simplemente viciado, viciado y amenazado y eso es lo que no está bien, que también hace que a ellos les gusta esa política. No son dados cargados, son trabajos, trabajos oficiales que se dan o recurso que se dio, pero bueno, al final de cuentas está en la conciencia de cada uno”
Además, refirió que sino se trabaja de la mano con las bases va a haber consecuencias muy graves para Michoacán.
Por su parte, el senador de la República, Raúl Morón Orozco dijo esperar que haya estabilidad en el partido guinda y pese a considerar que ganó a democracia, expresó que “todavía hay detalles”
“Esperamos que haya estabilidad en Morena, que seamos capaces de construir el partido que ocupa el nuevo régimen que estamos construyendo en México, que haya unidad. Ganó Morena, ganó la democracia. Todavía hay detalles, pero eso hay que afinarlo.
Morón Orozco deseo suerte al nuevo dirigente estatal de Morena y dijo esperar que “tenga un trabajo muy destacado en el territorio y que tome en cuenta a todos los compañeros y compañeras del comité”