Morelia, Michoacán.- Un operativo de retiro de ambulantes en el Centro Histórico de Morelia se salió de control; el saldo preliminar: presuntas agresiones a un menor, a dos comerciantes y la retención de dos empleadas municipales durante al menos una hora.
De acuerdo con los relatos de involucrados y testigos, los hechos habrían sucedido al filo de las 13:00 horas en el cruce de las calles Antonio Alzate y Vasco de Quiroga.
Con moretones en diversas partes del cuerpo, una de las comerciantes agraviadas acusó un presunto abuso de la fuerza por parte de Policía Morelia, corporación que habría decomisado dos carritos de mercancía, uno de donas y otro de guantes.
Dentro de uno de ellos había un menor de edad, denunció la mamá, quien prefirió no dar a conocer su nombre.
“Yo estaba trabajando, como normalmente, como un comerciante, ellos llegan, recogen mis cosas, me empiezan a jalar los del Ayuntamiento, mi niño estaba adentro del carrito y se lo llevaron, les dije que se esperaran, mi niño iba adentro, y no se vale, yo vengo a trabajar, no vengo a robar, ahora, yo no sé qué tiene ayuntamiento, y la verdad no se vale”.
Al percatarse de ello, unas cuadras más adelante dos empleadas municipales acudieron a entregarlo, una con uniforme de la Sindicatura y otra, del Sistema Municipal para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF).
De vuelta en el lugar, el menor habría sido canalizado para su valoración médica, mientras que las servidoras fueron retenidas por un grupo de comerciantes, quienes amenazaron con no dejarlas ir hasta no obtener solución.
Fueron liberadas cuando, alrededor de una hora después de iniciado el conflicto, arribó el director de Gobernabilidad del Ayuntamiento, Juan Carlos Becerra Beltrán, quien, tras un diálogo entorpecido por personas aparentemente ajenas al conflicto, ofreció la devolución de la mercancía.
Entrevistado al respecto, el funcionario dio a conocer que, amparada en el reglamento en la materia, la Dirección de Mercados y Plazas ya había notificado a los oferentes que, ante la falta de permisos para su actividad, lo procedente era su retiro.
Sin embargo, antes de la llegada del funcionario, había hecho presencia un grupo de comerciantes, presentados como “de la Feria”, quienes confrontaron a los del Centro por haber agredido sexualmente a una de las servidoras retenidas.
A pesar de la presencia, casi en todo momento, de uno o dos policías municipales, el conflicto escaló hasta que un grupo de oferentes comenzó a golpear al presunto responsable, tras lo cual, ya en el suelo, fue pateado en repetidas ocasiones.
Después de la trifulca, dos uniformados se llevaron, detenido, al comerciante víctima de las agresiones, y, minutos después, la calle se despejó sin más.