Garantizar todas las libertades y la diversidad en todos los ámbitos sin autoritarismo, comprometió la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, al asumir que su gobierno es demócrata y la libertad es un principio democrático.
Ante el Congreso de la Unión, afirmó que se respetarán los derechos humanos y nunca se usará “la fuerza del Estado para reprimir al Pueblo”.
Se refirió también a la política exterior de su gobierno y anunció que “seguirá los principios constitucionales de autodeterminación de los pueblos, la no intervención y la solución pacífica de controversias.”