Con el compromiso de gobernar para todos los mexicanos, con austeridad republicana y funcionarios honestos, la morenista Claudia Sheinbaum Pardo rindió protesta ante el Congreso de la Unión y se convirtió en la primera presidenta en la historia de México.
Tras recibir la banda presidencial de Andrés Manuel López Obrador, a través de la presidenta de la Mesa Directiva del Congreso, Ifigenia Martínez, quien apenas pudo mantenerse en pie durante un par de minutos, Sheinbaum Pardo inició su mensaje con largo recuento de la lucha del expresidente, desde el juicio político hasta el movimiento de la Cuarta Transformación.
Más tarde aseguró que no defraudará a nadie y hará un país más próspero.
Sheinbaum Pardo reconoció que durante el anterior sexenio cambió el modelo de desarrollo del país al humanismo mexicano o Cuarta Transformación, bajo los principios de primero los pobres, austeridad republicana; la democracia como gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo; México como un país soberano, independiente, libre y democrático; hacer la política con amor no con odio y condenar cualquier forma de discriminación.
Advirtió que los gobernantes deben ser honrados y honestos.
Refrendó el compromiso de López Obrador de no incrementar el precio de gasolinas, diésel, gas doméstico y electricidad, pero le puso un candado “no incrementarlo en términos reales”.
Aseguró que trabajará para que al salario mínimo aumente hasta alcanzar 2.5 canastas básicas; comprometió mantener todos los programas del bienestar y que su aumento no esté por debajo de la inflación, y además refrendó su promesa de campaña:
Claudia Sheinbaum garantizó que mantendrá la autonomía del Banco de México, una política fiscal responsable y una proporción “razonable” entre deuda y Producto Interno Bruto (PIB).
Además, comprometió ampliar el Tren Maya a Puerto Progreso, en Yucatán y que sus más de mil 500 kilómetros será también de carga; afirmó que pretende construir el doble de los kilómetros que construyó López Obrador de trenes de pasajeros.