Bajo un intenso sol, decenas de morelianos atestiguaron como cada año a uno de los Viacrucis más emblemáticos de la capital michoacana, organizado en la colonia Juárez por la parroquia El Salvador del Mundo y con una tradición de poco más de 50 años.
De oficio panadero, Alfredo Hernández, por segundo año consecutivo, representó a Jesús, quien murió en la cruz para salvar a la humanidad. El hombre cargó la pesada cruz de poco más de 70 kilos caminando por diversas calles de la colonia.
Este año, el recorrido se desarrolló por las calles Ocampo, Manuel Muñiz, Calzada Juárez, Martín Castrejón, Cuarta, Zamora y regresó a la Parroquia El Salvador del Mundo, para la crucifixión, mientras los asistentes eran testigos de la representación y algunos con lágrimas en los ojos, pedían pararan los golpes.
Atónitos antes las marcas que habían dejado los latigazos, ciudadanos observaron con detenimiento las tres caídas de Jesús rumbo a su crucifixión, mientras que los más de 30 participantes de dicha representación reían y azotaban al también llamado rey de los judíos.
“Perdónalos Dios, porque ellos no saben lo que hacen”, refirió Jesús mientras se encontraba clavado en la cruz y exhaló su último suspiro.
A lo largo de cuatro horas, se llevó a cabo dicha representación, en donde los participantes entregaron cuerpo y alma a cada uno de sus papeles.
Además del Viacrucis de esta colonia, también hay otras representaciones como el de Santiaguito o el de la colonia Guadalupe, así como el que se realiza a un costado de Catedral, que aunque son bien recibidos, no han logrado tener el nivel de aceptación.