Sin refresco ni torta de por medio, ciudadanas y ciudadanos marcharon en Morelia, sin obligación ni forzados, preocupados por las consecuencias de las reformas constitucionales y legales que impulsa el presidente Andrés Manuel López Obrador, afirmó Marco Antonio Aguilar Cortés, exrector nicolaita y expresidente del Supremo Tribunal de Justicia de Michoacán.
Como orador oficial de la Marcha en Defensa de la Democracia que se realizó en Morelia, el jurista se refirió al Ejecutivo Federal como el “aspirante a dictador”, que busca terminar con los pesos y contrapesos que significan los Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial.

“El pueblo ha salido, el pueblo ha tomado las calles, del pueblo son los muros y el pueblo, por tanto, le ha añadido un elemento más que es importante circular, ese elemento es el movimiento social, la organización de una sociedad, la reunión y la acción civil que no viene por obligación, que no viene por torta o por refresco, que no viene forzada”
Ante asistentes a la Marcha congregados en la Plaza Melchor Ocampo, en el primer cuadro capitalino, Aguilar Cortés llamó a no permitir que el presidente tenga control del Poder Legislativo y del Poder Judicial, como pretende, ni que convierta en sus vasallos a todos los diputados federales y senadores.
“Nuestro actual aspirante a tirano, quiere subsumirlo todo en él, él quiere ser no solo el Ejecutivo sino además ya es el Legislativo para querer modificar leyes, aún no lograr ser el Legislativo para lograr modificar la Constitución porque se requiere una cantidad de votos que no alcanza, pro eso lo importante en nuestro caso es no permitir que él ni nadie, tenga como sus vasallos, a quienes deben ser los representantes del pueblo, los diputados y los senadores”.

No olvidó a los militares, a los que llamó a votar por la democracia y no por quienes los han enviado a dar abrazos a los delincuentes.
Recordó que “por modestia”, López Obrador se fue a vivir a Palacio Nacional, lo que tiene un costo 1 mil millones de pesos públicos al mes, además de que ya no se traslada en su Jetta blanco, sino en camionetas blindadas, a la vez que dejó los vuelos comerciales para utilizar aviones y helicópteros de lujo.