Feliciana Bautista, es una destacada artesana de Ahuiran, municipio de Paracho, quien por más de 60 años ha fabricado rebozos, capas, gabanes, pochos y vestidos de telar, al igual que todas familias de la comunidad, que apenas hace dos días recibieron la certificación artesanal con indicación geográfica, que protegerá esta artesanía, al considerar que únicamente se produce en ese lugar con ciertas características.
Orgullosa de haber apoyado al gobierno estatal en el trámite de esta certificación, asegura que es una actividad que ha transmitido de generación en generación, incluso a su nieta de 5 años de edad, que la acompaña en esta entrevista, vestida con prendas elaboradas por su mamá
“Mucha gente tenía problema porque le robaban el diseño, la capa uy todo, tenían el problema, pero ya ahorita es una felicidad porque el gobernador me ayudó. Hago vestidos, hago rebozos, hago tradicionales cuando era mi abuelita, yo tenía mi abuelita cuando me enseñó una servilletita y así empecé hacer rebocitos y así logré el primer lugar”.
Doña Feliciana tarda hasta 15 días en hacer una prenda, que vende en mínimo 700 pesos y a un precio máximo de 5 mil pesos, en un trabajo que le da sustento a su familia, como a la de cientos que están asentadas en la comunidad indígena.
Asegura que la certificación artesanal de los rebozos les permitirá evitar el robo de diseños y mejorar sus ingresos.
“Mucha gente tenía problema porque le robaban el diseño, la capa y todo”.
Recuerda que tenía 9 años cuando su abuelita, Martina Caballero le enseñó a hacer “una servilletita” y desde entonces tomó gusto por hacer rebozos, hasta convertirse en una de las artesanas más reconocidas del estado y del mundo.
Feliciana elaboró el rebozo que llevó el actor mexicano Tenoch Huerta a la semana de la Moda en Milán, pero no le dio el crédito, lo que generó una polémica a nivel internacional.
