Con 98% de los municipios con condiciones de sequía, el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla firmó el decreto por el que declaró a Michoacán en emergencia por sequía y solicitó a la federación que decrete a la entidad en zona de desastre hídrico, luego de que registró en julio el mes con la temperatura más alta de la que se tenga registro y en septiembre el menor nivel de lluvia en 70 años.
Ante autoridades de todos los niveles, el mandatario advirtió que el estado se encuentra en una crisis preocupante que se atenderá a través de un plan, que iniciará con la integración de un comité estatal y regionales que determinarán las acciones específicas, pero se prevé redireccionar la obra pública a la ampliación de pozos profundos, redes de distribución, plantas potabilizadoras y tratadoras de aguas residuales.
Con un llamado a ediles y diputados a respaldar las acciones que se implementarán, anunció que con asistencia técnica de la federación, ya se valora una acción radical: el bombardeo de nubes en una tercera parte del estado para forzar las lluvias.
El secretario del Medio Ambiente, Alejandro Méndez López, informó que a nivel nacional, Michoacán fue uno de los 4 estados que sufrió mayor sequía, de tal manera que para el 30 se septiembre tenía almacenada menos agua que antes de la temporada de estiaje.
El delegado de la Comisión Nacional del Agua, Jesús Camacho Pérez informó que para la declaratoria de sequía se tomarán en cuenta 3 aspectos; el primero, el monitor de sequía, que arroja que 105 municipios del estado enfrentan sequía extrema, un municipio sequía severa y 5 municipios sequía moderada, aunque no se dio a conocer su identidad.
Precisó que también se tomará en cuenta el nivel de precipitaciones pluviales, que en la Cuenca del Lerma registró 44% de lo estimado y en el Balsas cerca del 50%; en el caso del almacenamiento de las presas, en un promedio se encuentran al 60%.