¡Bedolla dónde están!, gritaron familiares de los tres jóvenes desaparecidos el pasado 3 de octubre cuando volvían de entregar una carga de aguacate en Guadalajara, Jalisco. Con gritos y consignas arrancaron la protesta que culminó en el Congreso de Michoacán, donde les cerraron las puertas en la cara a las familias afectadas.

“Los michoacanos tenemos miedo de salir, de que nos secuestren, nos asesinen”, “dónde están Bedolla”, insistían, mientras caminaban por la principal avenida del Centro Histórico de Morelia, vestidos de blanco y los nombres grabados de Bernardo, Primo y Jafet”.
“Vamos a rayar, vamos a quebrar”, expresaban durante la protesta al cuestionar “dónde están los 2 mil 500 desaparecidos en Michoacán y al señalar a los turistas, no “vengan a Michoacán, no es un lugar seguro”.
La madre de los jóvenes desaparecidos, Bernardo Cruz Medina y Primo Cruz Medina, exigió sensibilidad de las autoridades, “ya no podemos, la Fiscalía nos dice una cosa, la Fiscalía mandó a revisar el departamento de mis hijos como si fueran delincuentes, su padre es médico, fundó la clínica pediatra”, expuso.

También pidió a los captores de sus hijos, dejarlos libres, “les pido a las personas que los tengan se sensibilicen, les mando bendiciones a estas personas, para que me regresen a mi hijo, no nos merecemos esto, ni el trato de las autoridades, tampoco lo merecemos, muy déspotas, sin ninguna sensibilidad, nada, no les vamos hacer nada, queremos que nos ayuden”, insistió.

Mariela Álvarez, esposa de Bernardo, expresó que están en espera de que las autoridades hagan lo que hicieron con la alcaldesa de Cotija, “mi cuñado no tiene un puesto político, pero cualquier ciudadano michoacano merece que lo busquen con la misma intensidad con que buscaron a la alcaldesa de Cotija”, subrayó.

Al recordar que tiene hijas y su familia los espera, subrayó que no “van a descansar hasta que los encuentren vivos”, también calificaron al gobernador como un hombre insensible, porque no los atendido.
En tanto, expuso que la Fiscalía General del Estado ha hecho su trabajo, pero no tienen la certeza de lo qué paso.