Morelia, Mich.- En medio de la lucha por encontrar a sus seres queridos, madres, hijas, hermanas y madres buscadoras, acudieron al Congreso de Michoacán para atestiguar la aprobación de la Ley en Materia de Desaparición Forzada de Personas y Desaparición cometida por Particulares.
Cada una expresó sus dudas y narró la historia que las llevó a la exigencia de “vivos se los llevaron, vivos los queremos”, en medio de una desconfianza y desesperación que las obliga apropiarse de la norma, “la ley es nuestra”, gritaron las buscadoras en la sede Legislativa.
Ángel tiene un año y medio de haber desaparecido en San Juan Nuevo, narró su mamá, que recuerda lo difícil y complicado que es asistir a instancias que deberían apoyarte y no lo hacen.
“Tienes que picar piedra, y hasta que llegue al Colectivo me hicieron caso, y realmente no han hecho nada, la esperanza muere al último”, dijo, ante la falta empatía, humanismo, y al cuestionar “a veces me preguntó que hacen ahí, si no trabajan, ojalá esta ley les dé un empujoncito, vamos a ver qué pasa”.
Para la madre de Francisco Morales Santiago, desaparecido hace 13 años, es una esperanza, apenas hace unos meses se unió a las organizaciones para encontrar a su hijo, solo atinó a decir “espero que cumplan”.
La historia de otra mujer, cuyos hermanos Israel y Félix están desaparecidos desde hace un año, es enfrentarse al temor y miedo; consideró que es muy difícil que apliquen la ley, pero van a luchar porque se lleve a la práctica.
“Hasta que estén en los hechos vamos ver qué tal funciona la ley, tienen las fosas llenas de cadáveres, yo por temor no me acercaba, estado vuelta y vuelta, y me dicen algo”, comentó al señalar que jamás se le llama, se les niega información.
Alicia Molina busca a su hermano Fabián, cumplió seis meses de desaparecido en Uruapan, cuando puso la denuncia no fue atendida hasta que se sumó al colectivo, “uno solo no lo atienden, debemos tener algo de fe, es lo que nos mueve”, refirió.
María Eugenia Ruíz Favela representante del Colectivo de Uruapan, Madres con una Luz en el Corazón, que integra a varias colectivas de otros municipios, expresó que se tiene la confianza en esta ley, pero la lucha sigue, ya que no es suficiente, “es mucho para nosotros que se haya aprobado más que nada porque nos sentíamos solos y desamparados, a seguir luchando y exigir que se trabaje como se debe”, insistió.
Si bien reconoció que no se puede pensar en la ley como la panacea, consideró no “será suficiente”, pero existe la disposición de todas las madres de familia de seguir luchando y exigiendo, “el derecho ya lo tenemos y es cuestión de que se unan cada día más.”