Empresarios de bares y centros Nocturnos de Morelia, textileros de Cuitzeo, productores de limón de Apatzingán, transportistas de Uruapan y comerciantes de pollo en el oriente de Michoacán han denunciado ante la Fiscalía General del Estado (FGE) ser víctimas de extorsión.
El Fiscal Adrián López Solís, señaló que por este motivo se han levantado lo que 5 “Carpetas Madre”, que refieren a las líneas de investigación que se siguen, ante el sometimiento en que se encuentran estos sectores debido a ese problema.
“En relación a los problemas de extorsión que viven los sectores agrícolas, o actividades económicas específicas, tenemos una especie de carpetas madre trabajándolas a partir de gabinete y trabajo de campo. (…) Estos son temas que nosotros consideramos importantes de destacar”.
López Solís precisó que por cada carpeta de investigación que se abrió por la extorsión a los sectores productivos, hay más de una banda criminal que opera ese tipo de delito, lo que los ha llevado a implementar acciones para adaptarse al nuevo tipo penal.
Explicó que la extorsión se persigue de oficio y en consecuencia la Fiscalía está obligada a realizar las investigaciones en cuanto se tiene denuncia o la “noticia criminal” de que la conducta existe, pero al llegar a un juez, “necesitan a la persona para acreditar que efectivamente se cometió “extorsión”.
“Si nosotros le queremos acreditar a un juez que hay esa amenaza y que hay una afectación física o psicológica o moral, necesitamos a la persona, es decir, no le vamos a poder acreditar a los jueces que hay extorsión sino hay quien ha sido dañado con esa conducta o dañado con esa conducta”.
El Fiscal de Michoacán dijo estar consciente de que por su situación anímica y psicológica, las víctimas de extorsión “no quieren hacer denuncia” cuando el elemento principal del delito es efectivamente la amenaza física o psicológica que enfrentaron de los delincuentes para lograr sus propósitos.