En Morelia, el exsecretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard Casaubón, descartó un escenario de violencia para el 2024 y reconoció que el piso “está en proceso de emparejamiento” para todos los aspirantes a ocupar la presidencia de México.
Ante medios de comunicación y de cara a la advertencia que hizo un grupo de líderes de opinión sobre la posibilidad de un atentado contra la aspirante opositora Xóchitl Gálvez, aseguró que su movimiento es pacifista y llamó a la prudencia.
“No creo eso y debemos ser prudentes, la Cuarta Transformación hemos pasado de todo, te pongo el ejemplo del 2006, se robaron la elección y no rompimos ningún vidrio. Prudencia, sensatez y es lo que vamos a hacer, no vemos que quieran hacer nada que tenga que ver con la violencia.”
El ex integrante del gabinete de Andrés Manuel López Obrador, rechazó fijar postura frente a los lineamientos que aprobó el INE para reglamentar los procesos internos de Morena y el Frente opositor, al señalar que esperan “línea” de su partido.
“Sobre el INE, hoy tenemos una comunicación que nos va a dar el partido, en cuanto la tenga esa es la línea que vamos a seguir, lo que marquen nuestras autoridades lo seguiremos”.
No obstante, el ahora aspirante a coordinar el Comité de la Cuarta Transformación en 2024, consideró que de cara al próximo proceso federal, para que exista piso parejo, deben renunciar quienes en este momento ocupan cargos públicos
“Yo diría que si estamos hablando de piso parejo, todo mundo debería separarse de sus cargos públicos, sería lo lógico. Todos los días avanzamos para que se empareje, estamos en un proceso de emparejamiento”.
Señaló que desde hace 23 años ha apoyado de manera consistente a López Obrador, tanto en su desempeño en cargos públicos como en “persecuciones” o como su coordinador de campaña, por lo que descartó ser “una veleta oportunista” o acomodaticio.
Tras el encuentro con medios de comunicación, Ebrard Casaubón encabezó una reunión con cerca de mil militantes y simpatizantes, entre ellos diputados federales y estatales que estuvo a punto de desbordarse, ya que el salón era insuficiente para albergar a decenas de hombres y mujeres que llegaron de última hora.
Ese grupo contrastó con el resto de los invitados, ya que llegaron desde colonias marginadas como La Soledad y Ciudad Jardín, pero tuvieron que esperar a que terminara el evento en las inmediaciones.
