El pasado 5 de mayo de 2023, el Dr. Gebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), anunció oficialmente el fin de la pandemia de COVID-19.
Sin embargo, es importante destacar que esta declaración tiene un carácter principalmente administrativo y diplomático, ya que todavía habrá personas que se contagien con el virus.
Afortunadamente, la evidencia científica sugiere que los contagios serán menos frecuentes y se limitarán a áreas geográficas específicas.
Esto se debe en gran medida a la eficacia de la vacunación, la cual ha sido fundamental en la mitigación de esta terrible enfermedad.
Según los datos epidemiológicos del Centro de Investigación para el SARS-CoV-2 de la Universidad Johns Hopkins, hasta la fecha se han administrado más de 13 billones de dosis en todo el mundo. Esta cifra es alentadora, ya que reduce significativamente la probabilidad de enfermarse gravemente.
No obstante, es importante tener en cuenta que las personas con factores de riesgo como obesidad, diabetes e hipertensión aún pueden contagiarse y desarrollar la enfermedad, incluso en estos tiempos pospandémicos.
Es crucial entender que la COVID-19 ha pasado de ser una pandemia para convertirse en un fenómeno endémico. Esto significa que el virus seguirá presente de manera constante y habitual en ciertas áreas geográficas o en poblaciones específicas.
Por lo tanto, aunque se haya declarado el fin de la pandemia, el virus no ha desaparecido por completo. Aún existirá la posibilidad de contagiarse de COVID-19, pero aquellos que estén vacunados tendrán menos probabilidades de sufrir complicaciones graves.
Gracias por leer estas breves notas de divulgación científica.
¡Hasta pronto!