El 31% de la población menstruante en Morelia enfrenta dificultades para acceder a productos y servicios necesarios para la gestión del ciclo, informó la representante de la colectiva “Mujeres Aliadas”, Lisel Lifshitz.
Un estudio realizado por la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH) y la colectiva “Mujeres Aliadas”, arrojó que más de 86 mil de las 280 mil mujeres que radican en la capital michoacana, no accede regularmente a productos sanitarios para la gestión del periodo, fármacos para aliviar los cólicos y otros malestares asociados, además del acceso al agua.
En este sentido, resaltó que la pobreza menstrual se acentúa en las zonas rurales y las comunidades indígenas, por la suma de vulnerabilidades que implican desde ser mujer, niña o adolescente hasta residir en una localidad con carencias en los servicios básicos urbanos.
Pese a que la menstruación es un fenómeno biológico que ocurre con normalidad a lo largo del ciclo fértil de las mujeres, aún persisten tabúes, mitos y condiciones que las ponen en desigualdad.
Tan sólo en Morelia, el 29% de las personas se sienten incómodas al hablar de menstruación; el 14% de las niñas no sabían lo que es la menstruación; para el 48% de las mujeres, la menstruación es un hecho que provoca asco, y el 72% de los padres nunca ha hablado con sus hijas sobre el tema.