Con la renovación de las promesas sacerdotales y la bendición de los santos óleos, este miércoles, el arzobispo de Morelia, Carlos Garfias Merlos encabezó la Misa Crismal, en la Catedral de la capital michoacana.
Sacerdotes y laicos llenaron el recinto para celebrar al medio día, una de las misas más importantes en el año litúrgico, que se realiza durante la Semana Santa, y que representa la renovación de los votos sacerdotales y el compromiso de la iglesia con el sacramento del bautismo y la confirmación.

El arzobispo, Carlos Garfias Merlos se pronunció por aprovechar este tiempo de renovación, a fin de que se logre proyectar la fe en la vida social y más aún, ante la situación de violencia e inseguridad que aqueja a la entidad, por lo que dijo, no se puede ser indiferentes.
Llamó a hacer oración los unos por los otros y que no sean los intereses personales, los que muevan el actuar de la sociedad, sino que sea la construcción de la paz el objetivo fundamental.
“En esta misa crismal, tenemos todos la oportunidad de reconocernos y redescubrirnos para hacer una iglesia renovada, revitalizada, ungidos para la construcción de la paz, y sepamos dar respuesta evangélica a la ola de violencia e inseguridad que flagela a nuestro pueblo y que ante el sufrimiento, no podemos ser indiferentes ni permanecer pasivos. Oremos los unos por los otros para que no sean los intereses particulares los que nos muevan sino que sean los deseos queridos por Dios”.
Luego de hacer una reflexión por el significado de la Misa Crismal, el arzobispo de Morelia, realizó la renovación de las promesas a los sacerdotales presentes, invitándolos a consagrar su dedicación a Cristo y a la Iglesia, y ser portadores del mensaje de salvación que muchos intentan sofocar.
Posterior a ello, bendijo los tres santos óleos: de los enfermos, del Santo Crisma y de los Catecúmenos.

Antes de la homilía, los sacerdotes, diáconos y obispos, tuvieron un retiro previo para reflexionar.