El integrante de la Cámara Nacional de la Industria Panificadora (CANAINPA) en Michoacán, Oliverio Cruz Gutiérrez, señaló que año con año el consumo de la capirotada michoacana disminuye, debido a los cambios de hábito de consumo y convivencia entre las personas, quiénes han dejado de transmitir las recetas de cocina a sus hijos por falta del tiempo.
“Sabemos que han cambiado los hábitos de consumo y de convivencia de las familia. Hoy tanto mamá y papá trabajan y eso ha impedido que la tradición siga su curso como antes era muy cotidiano”.
La capirotada es un postre tradicional de la Semana Santa, que se compone por una base de pan tostado, miel, pasas, canela, clavo y queso, pero que con el paso del tiempo, cada cocina mexicana fue creando miles de recetas y sabores.
Actualmente, el costo de un kilo de capirotada preparada ronda los 90 pesos y el pan tostado llega a costar los 60 en las panaderías morelianas.
Como medida para la conservación de la tradición, Cruz Gutiérrez mencionó que las panaderías anexas a la CANAINPA otorgarán su receta para preparar este platillo religioso, así como la continuación de la IV Feria de la Capirotada que se realizará en Morelia del 31 de marzo al 2 de abril.
“Cómo ya no había esa secuencia de la tradición, las panaderías tenemos que buscar la forma, junto con el ayuntamiento, de rescatar esa tradición de Cuaresma tan michoacano, no es nacional ni está en todos los municipios de Michoacán, sin embargo sabemos que hay diferentes maneras de preparar”.