Con la finalidad de recibir las cartas de los niñas y niños morelianos, este jueves 5 de enero, regresó la Cabalgata de los Reyes Magos, luego de que fue suspendida por la pandemia del COVID-19.
Este año, miles de pequeños acompañados de sus padres, pudieron disfrutar de una tarde-noche mágica, ya que desde la plaza Jardín Morelos hasta la Catedral, los Reyes Magos llevaron a cabo la edición 24 de su tradicional cabalgata.
Durante el trayecto, miles de niños y niñas se ubicaron en los hombros de sus padres, desde balcones, ventanas y azoteas de los edificios aledaños, gritaron y saludaron a los Magos del oriente, quienes fueron asistidos por arlequines que recogieron las cartas de los pequeños que ansiosos y muy emocionados de conocer a Melchor, Gaspar y Baltazar, nos compartieron algo de lo que les pidieron a través de sus cartas.
Previo al recorrido de los tres Reyes Magos, se realizó una misa en la plaza Jardín Morelos, encabezada por el arzobispo de Morelia, Carlos Garfias Merlos, quien invitó a la sociedad a reflexionar y buscar nuevos caminos de fe y ser constructores de paz.
Fue pasadas las 6 de la tarde, cuando la cabalgata arrancó su recorrido ppor las avenidas Tata Vasco, Acueducto y Madero Oriente para llegar a Catedral, y durante el recorrido, las familias morelianas estuvieron resguardadas en todo momento por unidades vehiculares de la Policía de Morelia, de la Coordinación de Protección Civil y Bomberos municipal, y disfrutar sin contratiempos de una noche mágica.
Congregados frente a Catedral, el presidente municipal, Alfonso Martínez, en compañía de su esposa e hijos, comprometieron que si algún lugar de esta ciudad no alcanza a ser visitado por los Reyes Magos, los ayudarán y en su nombre, entregarán juguetes a aquellos pequeños que habiten en zonas alejadas.
Alrededor de las 20 horas, se llevó a cabo en la Plaza de Armas, la repartición de la tradicional Rosca de Reyes monumental, con 6 mil porciones y mil figuras de Niño Dios, y quienes tuvieron la fortuna de encontrar el muñequito dentro de su pedazo de pan, lo pudieron canjear por un regalo.