México solo necesitaba anotar 3 goles a Arabia Saudita y no recibir ninguno en contra; no obstante, la selección terminó eliminada al concluir el partido con un 2 a 1.
Al salir a la cancha el once mexicano ilusionó, tuvo llegada. Una vez, dos, tres, otra y otra, la delantera estuvo encima del cuadro árabe en el primer tiempo.
Con unos punteros desafinados, su majestad el gol cayó de un remate en el área de Henry Martin, lo que provocó que las personas frente a la pantalla se llenarán de furor y gritaran, se abrazaran y festejaran como si estuvieran en el estadio.

El segundo gol llegó al minuto 51, de la mano de Luis Chávez, desde un tiro detenido fuera del área.
Sin embargo, el sufrimiento comenzó desde este gol. Al equipo mexicano le anularon una anotación en el 55. Jugaron, llegaron a la portería contraria, pero esa delantera desafinada falló incontables veces.
Los morelianos no perdían la esperanza y salió entre el tumulto una trompeta que tocó Cielito lindo, que electrificando la piel de todos, quienes también acompañaron con el canto a once mexicanos que jugaban en otro país.

Al minuto 86 llegó el segundo gol, marcado por Uriel Antuna, pero anulado por estar fuera de lugar.
Los últimos 7 minutos de la compensación fueron paralizantes. En los últimos 2, a punto de concluir el juego, el equipo saudí jugó desde atrás y en un descuelgue acabaron con el sueño de los morelianos que abandonaron la plaza Melchor Ocampo una vez cantada la anotación contraria, causando lágrimas y la desilusión de muchos.