El presidente en Michoacán de la Cámara Nacional de Autotransporte de Pasaje y Turismo (CANAPAT), Arcadio Méndez Hurtado señaló que durante el primer año de la administración del gobernador Alfredo Ramírez Bedolla, 4 autobuses de transporte de pasajeros han sido quemados, lo que ha generado pérdidas de 10 millones de pesos.
Ante estos hechos, refirió que nadie, ni el gobierno estatal se han hecho cargo de los daños generados a los empresarios afectados por las protestas de normalistas o del Consejo Supremo Indígena (CSI).

En entrevista colectiva, el representante de la CANAPAT expuso que los manifestantes tienen un particular interés por dañar o retener vehículos de la empresa Purépechas.
“Nos han quemado 4 unidades en lo que va este periodo de Bedolla, aproximadamente son 10 millones de pesos lo que valen esas 4 unidades y todas son de Purépechas y nos llama la atención por qué únicamente a esa empresa es a la que le hacen daño. Tiene 75 años trabajando en Michoacán y es con la que se desquitan, no entendemos el motivo de los líderes normalistas y de los líderes que estén detrás de esto, el Consejo Supremo Indígena o cuál sea la razón por la que se quieran desquitar con esa empresa”.
Méndez Hurtado refirió que en sus 40 años en el rubro del transporte en Michoacán, nunca ha procedido una denuncia contra quienes vandalizan autobuses, al contrario, han detenido 25 y hasta 40 unidades, pero nadie ha hecho nada.
“Nunca ha procedido ninguna. Tengo más de 40 años aquí en Michoacán trabajando en el transporte, como delegado 25 y nunca ha procedido ninguna denuncia. En 40 años imagínate, nos han detenido 25 o 40 unidades en un momento dentro de la escuela. Pero algunas empresas no presentan la denuncia porque la policía, en aquel tiempo nos detienen las unidades si hacen la denuncia y a nosotros nos meten al conductor a la cárcel porque tiene una denuncia de robo”.
Además, consideró que el mismo gobierno del estado debería hacerse cargo de los daños provocados por los manifestantes.
“La autoridad debe hacerse cargo porque ella está permitiendo que estas gentes que, por alguna razón, es que es tan ridículo lo que pasa con el Consejo Supremo Indígena, que si no les llega el dinero, que ellos quieren o se lo gastan en la fiesta del pueblo, ya quieren dinero y salen a detener más unidades a exigir más dinero y qué hacen: quemar. Aquí a los michoacanos les encanta quemar todo”.