El reto: eviar la simulación
La acción afirmativa o discriminación positiva, tiene la finalidad de crear programas o proyectos de protección a determinados grupos sociales, étnicos o que hayan sido históricamente discriminados, con la intención de erradicar las desigualdades y generar una solución que garantice equilibrio e igualdad de oportunidades sociales, económicas, culturales y políticas.
En columnas anteriores, he hecho alusión al artículo 1° Constitucional, que prohíbe todo tipo de discriminación por origen étnico, género, edad, discapacidades, condición social, etc.; y es precisamente ese numeral el que nos motiva a pensar en las acciones afirmativas en México.
Agradezco al presidente, consejeras y consejeros del Instituto Electoral de Michoacán (IEM), a asociaciones civiles, militantes de morena pertenecientes a la diversidad sexual, porque derivado de diversos acercamientos y mesas de trabajo es que hoy pongo en la opinión pública este tema tan relevante.
Entre los avances que en conjunto hemos logrado, destaca la realización del Primer Encuentro Diverso Político: Construcciones y Deconstrucciones Electorales, en el que participaron consejeras y consejeros del citado órgano electoral, colectivos, asociaciones civiles, además de los representantes de partidos políticos ante el IEM; producto de este ejercicio se trazaron las primeras líneas de acción para las posteriores mesas de trabajo.
Seguimos avanzando con el Segundo Encuentro Diverso Político: Construcciones y Deconstrucciones Electorales, espacio donde la consejera Viridiana Villaseñor Aguirre nos presentó la propuesta de crear el Primer Observatorio Electoral LGBTIQ+, que en caso de concretarse, Michoacán se posicionaría como un estado incluyente y a la vanguardia en materia de diversidades sexuales en el ámbito político – electoral.
Lo anterior, tiene sentido tomando en cuenta los datos de la Encuesta Nacional sobre Diversidad Sexual y Género (ENDISEG), la cual señala que en Michoacán somos 133,669 personas de la población LGBTIQ+. Aunado a esto, vale la pena mencionar las cifras relacionadas con nuestras culturas originarias presentes en la entidad: P´urhépechas, Otomíes, Mazahuas y Náhuatl; con base a datos del INEGI, de 2010 a 2020 el número de hablantes de alguna de estas lenguas ha ido en disminución. En ese periodo la cifra pasó de 11,251 hablantes a 8,878, y de estos últimos, 5,510 son mujeres y 3,368 hombres.
Lo que me lleva a preguntarnos y preguntarles: ¿Por qué si somos más mujeres que hombres hablantes en las comunidades indígenas, seguimos permitiendo los abusos de parte de nuestros compañeros?. Si en las comunidades indígenas #LaTransformaciónTieneRostrodeMujer, es momento de poner fin a esos excesos y dar paso a los usos y costumbres incluyentes.
El reto: evitar la simulación
Si bien es verdad que en el proceso electoral 2020-2021 el IEM dio los primeros pasos para poner en práctica las acciones afirmativas, también es cierto que este hecho nos lleva a enfrentar los retos más grandes en la historia de la auto adscripción, ya que es precisamente bajo este concepto que personas -con la finalidad de obtener un encargo público- “de la noche a la mañana son indígenas o salieron del closet” por conveniencia.
Pregunta seria:
¿Es justo que las acciones afirmativas sean utilizadas por personas que nunca han vivido discriminación por ser de una población indígena o LGBTIQ+?
Derivado de los resultados electorales de 2021, he conocido casos de violencia política en razón de género, violencia política por ser joven, por ser de una comunidad originaria y ni qué decir por tener una orientación sexual distinta a la que normalmente se conoce.
Además de lo anterior, también hemos reflexionado acerca de que, aunque en una sola persona puedan caber más de 2 interseccionalidades, para lograr verdadera equidad, al momento de observar las reglas de ejecución, es necesario que se tomen en cuenta perfiles reales, que conozcan y hayan vivido la discriminación, con la intención de que haya un bienestar social basado en el amor, el respeto y la igualdad de oportunidades, independientemente de un estatus social.
Nos leemos la próxima semana, mientras tanto y hasta que la dignidad se haga costumbre, se despide de ustedes: Celeste Ascencio