“En el mejor de los casos, hay una momentánea convergencia de intereses, una conveniencia mutua, y eso es todo”. Marina Castañeda. (1956 –) Psicóloga y escritora mexicana.
Los resultados de la elección de Morena para elegir a sus consejeros nacionales, evidenciará que, el actual secretario de Gobierno, Carlos Torres Piña es el morenista más fuerte de Michoacán, con todo lo que eso implica.
El incumplimiento de la dirigencia nacional de Morena para dar a conocer los resultados y que ha postergado por 3 semanas, con fétido olor a corrupción, ha motivado trascendidos de quienes aspiran a empoderarse con su tribu en el partido de Andrés Manuel López Obrador.
Por ejemplo, el ruido advierte que, de los 120 consejeros michoacanos, Torres Piña habría logrado entre 41 y 47 consejeros, Alfredo Ramírez Bedolla entre 27 y 34, Raúl Morón alrededor de 14, Morenos Puros unos 11, Fidel Calderón 6, Leonel Godoy 3, Yeyo Pimentel 3 y Juan Carlos Barragán 3, entre otros.
De confirmarse dichos resultados y suponiendo que efectivamente el Consejo estatal pueda tomar decisiones, está claro que Carlos Torres llevará mano en la definición de candidaturas o por lo menos obligará la negociación.
Sin dejar de lado que, en Morena, regularmente las decisiones las toma el inquilino de Palacio Nacional y hasta ahora y motivados por el pragmatismo, la mayoría han sido obedientes; pero, está claro que más vale tener una tribu fuerte, especialmente si el poder que ejerce López Obrador empieza a desvanecerse al final de su mandato.
Mientras son peras o manzanas, lo evidente es que Torres Piña mantiene sólida su tribu. En el Partido de la Revolución Democrática le permitió poner candidatos a diferentes cargos de elección popular, él mismo logró ser diputado federal por el Sol Azteca. Levantó la mano de Silvano Aureoles Conejo cuando ganó la gubernatura, pero con el paso de los días se agudizaron las diferencias, así que rompieron y finalmente llegó a Morena.
Se sumó a la campaña de Alfredo Ramírez Bedolla y feliz levantó la mano de otro ganador del Solio de Ocampo. Nuevamente hizo valer su estructura y se ha convertido en el morenista número uno de Michoacán.
De momento y desde lo políticamente correcto, muchos y el propio Torres Piña dirán públicamente que el número uno es Ramírez Bedolla, y para mantener la alianza hasta que resulte conveniente o surjan diferencias, respaldará la candidatura de Juan Pablo Celis para que lidere a Morena en la entidad, finalmente los hermanos Celis Silva son amigos del gobernador. A Oscar ya le regaló la notaría 196 con sede en Morelia, así que, seguramente Juan Pablo “ganará” la dirigencia del partido.
La armonía entre Torres Piña y Ramírez Bedolla se mantendrá hasta que los intereses mutuos estén alineados. De momento, se necesitan. Pero, porque regularmente hay peros y más tratándose del poder, el reparto de candidaturas será el punto neurálgico, en especial porque el actual secretario de Gobierno tiene clara su ruta, quiere ser candidato a senador en el 2024 y a gobernador de Michoacán en el 2027.
Veremos si logran mantener la alianza o se rompe como sucedió en el PRD y en particular con el exgobernador Silvano Aureoles.
Con la esperanza de que haya una próxima vez… me despido, gracias. cmongem@hotmail.com
