Anosmia, es el término médico que se usa para referirse a la pérdida del olfato.
En todo el mundo, entre el 5 y 15% de la población entre los 65 y 80 años, ha experimentado anosmia.
Al respecto, sus causas o factores de riesgo asociados son poco claros, pues casi siempre han estado asociados a complicaciones de daño neurológico como el Alzheimer, cirugía de cerebro, entre otros.
Por otro lado, la anosmia es un síntoma que se ha presentado en un alto porcentaje de personas que han padecido COVID-19, desde la forma leve, hasta su forma grave.
Afortunadamente, alrededor del 93% de las personas de todas las edades que han experimentado anosmia por efecto de la COVID-19, se han recuperado, desafortunadamente no ha sido así para el resto.
Con la finalidad de recuperar el olfato y de forma desesperada, muchas personas han buscado remedios caseros o recetas que aseguran, les devolverán el olfato, lamentablemente esto no es así.
Es cierto que existen algunos ejercicios y terapias indicadas por los médicos otorrinolaringólogos, las cuales, tienen como objetivo, revertir la anosmia, las cuales consisten en oler repetidamente ciertos aromas durante 20 segundos, una o dos veces al día por tres meses.
Estos ejercicios involucran la acción de oler aceites esenciales como el de limón, pétalos de rosas, clavo, eucalipto, entre otros, no obstante, este tipo de terapia no asegura que se revertirá el sentido del olfato.
En la actualidad, se sabe que la anosmia es causada por un proceso inflamatorio crónico en las células receptoras de los olores en las fosas nasales, por lo que el tratamiento avanzado de este padecimiento ha sido desde la cirugía hasta la aplicación de fármacos que ayudan a desinflamar estas estructuras.
En meses recientes, la necesidad de acelerar el paso para que las personas puedan sentirse mejor y que poco a poco vayan recuperando el sentido del olfato, algunas investigaciones actualmente están bajo investigación.
Estos experimentos tienen como objetivo promover la regeneración de las neuronas además de disminuir la inflamación, en las fosas nasales y, por lo tanto, podría ser aplicable a múltiples causas de la pérdida del olfato.
Por otro lado, el desarrollo de fármacos antiinflamatorios específicos también podría proporcionar un beneficio en cuanto a la recuperación paulatina del olfato, además de que nos permitirían comprender un poco más el mecanismo por el cual se produce la anosmia, incluso cuando su causa es desconocida o poco clara.
Mientras tanto, estimado lector, le invito a acudir con su médico, antes de caer en las garras de los charlatanes que, por unos cuantos miles de pesos, le prometerán recuperar su olfato por completo.
Nos vemos muy pronto.