El gobernador, Alfredo Ramírez Bedolla advirtió que de no concretar “a tiempo” la reestructura y refinanciamiento de 19 mil 592 millones de pesos de créditos de largo plazo que solicitó el viernes al Congreso del estado, Michoacán puede llegar a un momento de “insolvencia”, ya que las presiones financieras del estado se han ido acentuando.
Explicó que esto obliga a que se tome una decisión inmediata, de lo contrario, el estado, tendrá serias dificultades para cerrar este año y el 2023.
“Las presiones financieras del estado se están acentuando y se tiene que tomar una decisión inmediata. (…) Sino podemos caer en situaciones muy complejas (…)
Puede llegar un momento de insolvencia, y lo queremos es solvencia para el estado de Michoacán”.
En conferencia de prensa, aseguró que por primera vez la reestructura y refinanciamiento no implicarán contratación de nueva deuda, al asegurar que la modificación en condiciones tendrá como tope el monto heredado y por el contrario, este cambio permitirá liberar 50 mdp mensuales en el pago del servicio de los créditos.
“Es blindar las finanzas de Michoacán y pagar menos por la deuda. Por eso la decisión para poder sortear esta ola de la economía a nivel mundial. Sino tomamos la decisión a tiempo, tendremos dificultades no solo para cerrar el año sino para el siguiente, buscamos evitar contingencias difíciles”.
El subsecretario de Egresos del estado, Rodrigo Cid de la Torre precisó que el ahorro estimado en el pago por el servicio de la deuda será de 2 mil 700 millones de pesos durante los próximos 5 años.
Señaló que además, disminuirá la afectación que se hace en la actualidad de las Participaciones Federales, ya que de un 87% que se tiene como garantía, bajaría a 50.45%, lo que generaría condiciones para que el estado contrate nuevos créditos, en caso de que lo requiera.