Este 1 de julio, la jornada de vacunación contra el COVID-19 a menores de 5 a 11 años en Morelia, dejó en la memoria, las imágenes de los pequeños en pijama, con lágrimas en los ojos y con un semblante tierno, sentados en espera de recibir el inmunológico por primera vez.
Tras 2 años de haber iniciado la pandemia, los padres de familia coincidieron que las autoridades del país tardaron en vacunar contra el SARS-CoV-2 a este sector de la sociedad, como fue le caso del padre de familia, Fabián Rodríguez Ricoy.
“Andábamos con el pendiente de que faltaran ellos, porque nosotros ya nos habíamos vacunado. Ya nada más faltaban ellos. Sí se tardaron, la verdad”,
Asimismo, Jairo Humberto Pérez Juárez, acompañado de sus 3 hijos de 7, 8 y 11 años, destacó la necesidad de dialogar con los pequeños antes de vacunarse. En el caso de sus hijas e hijos, mencionó que la familiaridad con la pandemia ayudó a que aceptaran asistir a vacunarse.
“Desde la pandemia ellos ya estaban familiarizados con la situación y al final solo fue hacerles saber que ya les tocaba a ellos la vacuna y en mi caso no fue complicado convencerlos que se tenían que vacunar, fue fácil” 3 hijos de 7, 8 y 11 años”
Además de la vacunación, Yoltzin Villanueva Correa, de 12 años, fue la sensación en el Colegio Morelia al ir vestido de dinosaurio. Asistir tras el disfraz fue una forma de ayudar a los demás niños a no sentirse tristes.
“Para alegrar a los niños que no quieren vacunarse. Desde antes lo pensé. Se me acercaban mucho las personas, se tomaban fotos”.
Ya en el módulo del Estadio Morelos, Isabel Lemus Pérez de 5 años, acompañada de su mama Laura Pérez, dijo sentirse valiente en ser vacunada y no haber llorado.
“Me dijo que si no lloraba me iba a comprar un regalo y le dije que no iba a llorar porque todos los días soy valiente”.