Litigantes del Instituto de la Defensoría Pública de Michoacán, levantaron la voz y se manifestaron este jueves frente a la sede central de este organismo, para exponer las deficiencias laborales en las que se desenvuelven al ejercer su función.
Miguel Hernández, vocero del movimiento, exigió que a los más de 250 abogados se les aumente el salario, que ha permanecido sin cambio durante 6 años; la compactación del sueldo para hacer frente a gastos de viáticos, papelería e internet que tienen que cubrir con recursos propios.
Además, demandaron estabilidad laboral para 150 trabajadores, ya que algunos llevan hasta 7 años firmando contratos cada 3 meses.
Un defensor jurídico gratuito atiende un promedio de 60 casos de asuntos penales, civiles y mercantiles, por lo que su relevancia en el sistema penal en Michoacán, señaló el abogado Marco Vinicio Aguilera.