A partir de este lunes, representantes de la Coalición Estatal de Sindicatos de Trabajadores de Educación Superior (CESTES), iniciaron un paro de brazos caídos, en demanda del pago de bonos y prestaciones que el gobierno de Michoacán adeuda por alrededor de los 37 mdp, la reinstalación de al menos 18 trabajadores de distintas instituciones educativas que fueron cesados por fines políticos en el gobierno de Silvano Aureoles y un alto al hostigamiento de autoridades educativas.
El líder de la CESTES, Gerardo Bolaños, solicitó audiencia con el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla, para exponer la problemática que enfrenta el sector, además de irregularidades en la designación de personal de confianza.
La secretaria interina del Sindicato de Profesores de la Universidad Michoacana (SPUM), María Luisa Sáenz Gallegos, refirió que pese a que sí han tenido un acercamiento con la autoridad estatal, no se tiene la capacidad de resolución, por lo que calificó al gobierno de Bedolla como “Frankenstein”, al considerar qué tiene una composición “rara” y existe personal de la pasada administración que replican las mismas prácticas de Silvano.
Con el paro de brazos caídos alrededor de 46 mil estudiantes se verán afectados, ya que tanto docentes como trabajadores administrativos de 45 las instituciones educativas de nivel superior y algunas de medio superior, participarán de la acción de protesta, hasta tener una audiencia con el gobernador.