Todos hemos escuchado sobre la catástrofe que ocurrió el 26 de abril de 1986 en el reactor de la planta nuclear de Pripyat. Lo que desconocemos es, ¿Qué fue lo que realmente provocó esa falla?
El tipo de reactor usado en la planta era un RBMK, al igual que otras fuentes de energía se deben llevar a cabo simulacros que aseguren el completo funcionamiento de las instalaciones en estados críticos.
La noche del 26 de abril, se realizó un simulacro, que tenía por fin ver las condiciones de la planta ante un apagón total. El encargado de la operación fue el ingeniero nuclear Nikolái Fomin, el segundo al cargo era el ingeniero Anatoli Dyatlov.
Las condiciones en esa noche no eran las óptimas para realizar el simulacro, pese al conocimiento total de esa situación, los jefes de ingeniería decidieron llevarla a cabo, esto pondría el reactor a trabajar en un estado crítico.
Nadie sospechaba lo que estaba por venir…
Pese a trabajar en esas pésimas condiciones, en teoría el reactor debería de funcionar y permanecer estable, desafortunadamente no contaban con algunos detalles de diseño dentro del reactor. Ante las condiciones críticas estos errores de diseño salieron a flote, provocando una reacción descontrolada entre el 235U y el grafito dentro del reactor. El diseño del rector parecía tener prioridad en disminuir los costos de producción en lugar de una alta eficiencia y seguridad.
Las malas condiciones del reactor, en conjunto con la negligencia de los operadores desencadenaron el peor accidente tecnológico de la historia moderna.
El material radiactivo expuesto después de la explosión provocó que los niveles de radiación alrededor de la planta alcanzaran 1 Ci/km2.
Estas situaciones nos llevan a preguntarnos inevitablemente
¿Qué es lo que provoca la radiación en el cuerpo humano?
La radiación al momento de interactuar con el cuerpo humano crea radicales libres dentro del cuerpo, quemaduras en la piel, perdida de la vista y defectos genéticos en recién nacidos. A todas estas lesiones se le debe sumar la peor, la más silenciosa, una alta exposición a la radiación produce cáncer.
En algunos casos el ADN casi en la mayoría este ADN tendrá la capacidad de repararse así mismo mediante la enzima ADN Transcriptasa. Desgraciadamente en algunas de esas ocasiones el ADN no puede repararse, esto provoca mutaciones en al momento de replicarse, una de estas mutaciones es dónde se expresa el oncogen p58. En ese momento sabemos que se desarrolló un cáncer.
Antes del desastre de Chernóbil la incidencia de pacientes oncológicos era de 82 por cada 100 000 personas, después del desastre las cifras aumentaron a 6000 casos de cáncer por cada 100 000 personas.
Algo curioso de la radiación, es que además de producir el cáncer puede ayudar a mitigarlo también, esto es conocido como radioterapia, los tumores cancerígenos dentro de los pacientes son sometidos a radiación proveniente de un acelerador de partículas lineal o más comúnmente llamado LINAC. Esto es debido a que algunos tipos de células cancerígenas presentan una mayor sensibilidad a la radiación. La física médica es la encargada de estudiar esos fenómenos.
Pese a los altos niveles de radiación la naturaleza ha empezado a recuperar el terreno que le fue arrancado por la huella humana desarrollando una radio-resistencia, en algunos tipos de hongos, también en el caso de los mamíferos como los lobos, linces, venados entre otros.