“Nuestras discordias tienen su origen en las dos más copiosas fuentes de calamidad pública: la ignorancia y la debilidad”. Simón Bolívar (1783 – 1830) Militar y político venezolano.
En el marco de la celebración por los 32 años de su fundación, el Partido de la Revolución Democrática (PRD) se juega la supervivencia en el presente proceso electoral.
Debido a las permanentes disputas intestinas motivadas desde sus tribus y la ausencia de un caudillo que los lidere, ha mermado su presencia nacional, de tal manera que Michoacán es una de las entidades clave, donde mantienen la esperanza.
En el origen del PRD figuraron personajes que lideraron la izquierda mexicana como Cuauhtémoc Cárdenas Solorzano, Andrés Manuel López Obrador, Heberto Castillo, Ifigenia Martínez, Amalia García, Porfirio Muñoz Ledo y Gilberto Rincón Gallardo, entre otros.
Sin duda, el Partido de la Revolución Democrática se convirtió en una importante alternativa para los mexicanos y ha sido un participante decidido en el avance democrático de la nación.
Pero, con la salida de Cuauhtémoc Cárdenas Solorzano en noviembre del 2014 y en especial la de Andrés Manuel López Obrador en septiembre del 2012, se quedaron huérfanos.
La ausencia de un caudillo que pusiera orden catalizó las clásicas confrontaciones, y tribus enteras con todo y sus dueños, se sumaron al movimiento de Regeneración Nacional que culminó con el nacimiento de Morena.
Es en el partido de López Obrador donde ahora radica buena parte de quienes participaron del deterioro perredista y que ya causan estragos. Está claro que el cambio de color partidista o la feligresía al dueño en turno, no los hace mejores, mucho menos los purifica.
Es justamente la batalla entre tribus y ex tribus perredistas, la que se mantiene en los comicios actuales en la búsqueda del Gobierno de Michoacán. Por un lado, los liderados por Silvano Aureoles Conejo, Antonio García Conejo y Adrián López Solís, que hacen equipo con el PRI y PAN; y ahora escudados en las siglas de Morena, Leonel Godoy Rangel, Raúl Morón Orozco y Carlos Torres Piña, por citar algunos ejemplos.
Es decir, tribus perredistas antagonistas de hace tres lustros, mantienen sus diputas por el poder, nada más que en el caso de los que decidieron permanecer en el PRD, evidentemente se están jugando la supervivencia. Perder la gubernatura y en especial, perder la mayoría de los distritos federales electorales, sería el tiro de gracia.
La moneda está en el aire. El promedio de los resultados de las encuestas que se han difundido, señala que puede ganar el candidato de los perredistas, Carlos Herrera Tello o el candidato de los ex perredistas, Alfredo Ramírez Bedolla.
Con la esperanza de que haya una próxima vez… me despido, gracias.