Por segundo año consecutivo los feligreses michoacanos presenciaron una Semana Santa sin actos de religiosidad popular.
Ante el riesgo de una tercera oleada de contagios de Covid-19, autoridades de salud y religiosas determinaron que la mayoría de las celebraciones emblemáticas se realizaran de forma virtual, a puerta cerrada o con un aforo reducido en las iglesias.
En Morelia, las actividades propias de la semana mayor se realizaron sin concentraciones multitudinarias; el miércoles 21 se celebró la Misa Crismal únicamente con la asistencia de los integrantes del Colegio Episcopal, quienes recibieron los Santos Oleos para entregarlos en sus zonas pastorales.
En el caso del Jueves Santo se suprimió el lavatorio de pies; mientras que el viernes el tradicional viacrucis se realizó al interior de Catedral.
Por la noche, la Procesión del Silencio, evento en el que cada año se daban cita feligreses católicos y turistas, se desarrolló de manera inédita con el estreno de un documental donde se mostró el valor espiritual y cultural de esta manifestación de fe, que fue transmitido a través de las redes de la Arquidiócesis de Morelia.
En lo que respecta al Sábado Santo, se llevó a cabo la celebración de la vigilia pascual, en el que el arzobispo, Carlos Garfias Merlos llamó a no perder la fe.
“La celebramos y vivimos en medio de circunstancias particulares, la resurrección de Cristo garantiza la profecía del salmo, la misericordia de Dios es eterna, su amor es para siempre, nunca muere, podemos confiar totalmente en el y le damos gracias por qué ha descendido por nosotros hasta el fondo del abismo”.
Este domingo de Pascua de Resurrección culminó con una misa, transmitida mediante las plataformas digitales de la Arquidiócesis de Morelia.