RED 113 MICHOACÁN/Redacción
LOS REYES, MICH.- Cientos de hombres y mujeres de la comunidad indígena de La Zarzamora, decidieron poner fin a la tala indiscriminada que se está dando en el cerro conocido como Piedra del Montón, en los límites con la tenencia de Pamatácuaro, la cual presenta una deforestación de 110 hectáreas de bosque, mismas que ya se estaban utilizando para plantar aguacate, pese a los acuerdos que existían de no permitir el cambio de uso de suelo por lo que detuvieron a varios “rapamonte”s, quienes ya realizaban jornadas agrícolas en la zona, mismos que no soltaran hasta que autoridades brinde una solución de fondo al problema según manifestaron.
La Zarzamora pertenece a los 13 anexos de Pamatácuaro, del municipio de Los Reyes, cuyo representante comunal es Silviano Oseguera Álvarez, y a quien acusan de no respetar varios acuerdos sobre las limitantes que le pertenecen por usos y costumbres a la comunidad, así como no deforestar, documento que no fue respetado.
La tarde-noche del pasado lunes, la multitud enardecida detuvo a 9 personas en el predio Piedra del Montón, en su mayoría de Pamatácuaro, supuestos talamontes a los cuales encontraron cajeteando plantas de aguacate que ya habían sembrado pese a estar prohibido hacerlo en ese lugar por lo que fueron trasladados a la cárcel comunal de La Zarzamora.
El representante de bienes comunales Oseguera Álvarez, arribó más tarde de la comunidad para tratar de dialogar con los voceros de la comunidad y con ello, ponerlos a salvo, pero recibió un sinnúmero de quejas y exigencias como de que dejen de talar los bosques para hacer el cambio de uso de suelo, que respete los usos y costumbres, así como los linderos que fueron designados hace mucho tiempo atrás.
Los comuneros de La Zarzamora, dijeron estar muy molestos con toda esta situación que prevalece desde varios años y que en los últimos meses se ha incrementado la tala del bosque, lo que ha estado ocasionando problemas en el ecosistema y de no ponerle un alto y recuperar las zonas deforestadas sería sembrar la propia muerte para la meseta.