El cuerpo de la joven Jessica González Villaseñor fue localizado semidesnudo el 25 de septiembre del 2020, cubierto solo con un suéter café, un brasiere negro y un reloj de manecillas. Se calcula que habían transcurrido entre 2 y 4 días de su muerte.
Mostraba golpes y escoriaciones en cabeza, cara, nariz, ojos, labios, cuello, brazos, tórax, muslos, piernas y huellas de violación sexual.
El informe anticipado que rindió este martes por la noche el perito responsable de realizar la necropsia a los restos, quien solicitó mantener sus datos personales en reserva, permitió conocer que la maestra recibió un trato cruel de su homicida, quien le infringió 31 golpes que fueron documentados en el informe forense.
“El trato cruel es un conjunto de actos reiterados con los que se busca quebrantar a una persona (…), entre más intenso el daño, el trato es más cruel”, precisó el experto, en audiencia encabezada por el Juez de Control Fernando Hernández Hernández.
Vestido de pantalón beige y un suéter de color claro, Diego Urik N., vinculado a proceso como presunto responsable del feminicidio de Jessica, escuchó sereno la conclusión del perito:
Los golpes que recibió en la cabeza acabaron lentamente con la vida de esta joven que soñaba con estar frente a grupo. No tuvo una muerte súbita o instantánea, su vida se escapó de su cuerpo poco a poco, pudo durar minutos u horas en agonía.
La descripción de los hallazgos del estudio pericial, fue escuchada en la sala de audiencias por la familia de Jessica, 3 abogados particulares del joven imputado, 7 periodistas y 5 policías estatales.
Ni la mamá de la víctima, Verónica Villaseñor Ferreyra dejó ver su dolor al escuchar que su hija sufrió todas las heridas antes de morir, por el contrario, manifestó estar de acuerdo en mostrar en la audiencia, 19 de las 125 fotografías que se tomaron de la necropsia de Jessica, para evidenciar la crueldad del trato que recibió.
Sin embargo, el Juez de Control se manifestó por el derecho de la dignidad de la persona y pidió restringir el principio de publicidad, por lo que esta parte de la audiencia se desarrolló en privado.
Sin público, se mostraron 19 imágenes, la primera del cuerpo de Jessica tal y como fue localizado en el Fraccionamiento Monarca de Morelia, para luego trasladarlo al Servicio Médico Forense (SEMEFO); otras de la lesión en la cavidad vaginal, de las heridas en cabeza y de las lesiones que sufrió en diferentes partes del cuerpo.
Tras concluir la audiencia, la familia insistió en que el proceso legal, debe tener la máxima publicidad, aunque los abogados defensores e incluso la Fiscalía rechazan la presencia de los medios de comunicación.
“Se me ha insistido en que esto sea privado y yo he dicho que no, no, esto es lo que yo quiero demostrar, que a pesar de ver las imágenes, de la forma en que la golpeó hasta que se cansó, aún así hay algún derecho y algún hilito de donde se pueda jalar”.
Para los padres y hermanos de Jessica, el trato que recibió la joven quedó en evidencia en las imágenes que se captaron durante la necropsia, aunque para ellos no son nuevas.
Su padre encabezaba el grupo de búsqueda y fue uno de los primeros en ver por primera vez el cuerpo de su hija sin vida. Su hermano Cristo, fue el responsable de realizar la identificación de los restos.
Sin embargo, a casi un mes de que se cumpla un año del feminicidio de Jessica, el Poder Judicial Federal no se ha pronunciado en torno a la revisión de 2 amparos que promovieron los abogados de Diego Urik, que insisten en su derecho a un procedimiento abreviado y en la ilegalidad de la vinculación a proceso.