Morelia, Michoacán.- El saldo de la “guerra” de los micro y pequeños empresarios morelianos, dedicados a la venta de artículos de papelería, contra las grandes trasnacionales ha dejado un saldo de 20 establecimientos que quebraron durante este año, dio a conocer María del Carmen Almanza Ortiz, presidenta de la organización de Papeleros Unidos de Michoacán (PUMICH).
Sin embargo, de manera paralela, se han sumado 10 socios nuevos a los 250 con los que cuenta esta asociación en el estado, por lo que, aunque el gremio está “muy golpeado”, también se ha sentido el empuje de un nuevo ímpetu de innovación.

“Nuestro gremio papelero está muy golpeado, sí ha habido cierres, muy significativos, aquí en el municipio, sí han cerrado varios compañeros, pero aún con esos cierres, ha habido algunos emprendimientos que vamos a conocer en la Expo, muy innovadores, muy nuevos, que vienen con mucho ímpetu. Tengo ahorita, 10 socios afiliados más en un año, que a lo mejor es muy poquito, pero para mí muy significativo. Los cierres, tengo el dato preciso de 20 papelerías”.
Los micro y pequeños empresarios locales tienen poco que hacer frente a las ventajas competitivas de las grandes marcas, explicó, ya que muchos comenzaron su oficio como papeleros hace décadas, y les ha costado mucho dar el salto generacional, aún con las capacitaciones que se les han facilitado en comercio electrónico, mercadotecnia y uso de tecnologías de la información.
Esto, comentó, al tiempo que se reduce el espacio de mercado para un papelero tradicional, puesto que la creciente conciencia ecológica en la sociedad ha implicado que cada vez se requieran menos artículos de papelería en los centros educativos, por lo que algunos se han tenido que sostener con la venta de servicios, como el forrado de libros y libretas, o incluso de dulces.
Una de las emprendedoras que se ha hecho espacio en esta competencia, refirió María del Carmen Almanza, es Mayte Morelia Barajas Aguilar, dueña de @my_store.mx, como se le puede encontrar en redes sociales.
La joven emprendedora relató que, aún en la universidad y con la crisis de covid-19 encima, decidió comprar lapiceras, calcomanías y cintas decoradas, y comenzar a vender “papelería bonita”, esto es, no sólo útiles escolares, sino artículos que permitan a los consumidores imprimir su identidad y estilo en sus herramientas, lo cual, remató, la ha llevado a lugares que nunca imaginó.

“Hasta la fecha se podría decir que yo no sé nada, porque no vengo de una familia comerciante, no estudié comercio ni nada que se relacione con ello, pero empecé a ver la onda de la tienda Instagram, que la tienda en Facebook, que las redes sociales, y pues, además de eso, también había empezado un curso en marketing, entonces, todo eso, más aparte con la ayuda de mis diferentes amistades empecé con mi tienda, entonces, la verdad, yo nunca me imaginé estar donde estoy”.