Un análisis realizado por investigadores de talla mundial, en la que participa Cuauhtémoc Sánez Romero, de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH) identificaron un patrón de muertes repentinas del 15% de las reservas forestales en más de 1 mil 300 lugares del mundo, incluido el estado de Michoacán.
En un acercamiento con los medios de comunicación, el genetista forestal expuso que la coincidencia entre la muerte repentina de estos sitios boscosos son sequías severas y el sobrecalentamiento, producto del cambio climático.
Precisó que esta es combinación letal para los bosques templados donde residen principalmente los pinos, encinos y coníferas como el oyamel, como la Biósfera de la Mariposa Monarca.
“Lo que es nuevo, lo que es diferente, lo que se documenta que está matando a 1 mil 300 sitios en todo el mundo de árboles, es que se está haciendo el ambiente tan caliente que lo hace excesivamente seco. Hay un déficit de vapor en el aire, el aire es tan seco que la hoja pierde humedad con los estomas cerrados. Eso es lo que la evolución de las plantas no está pudiendo enfrentar”
Tan solo del 2010 al 2020 Texas y California, en Estados Unidos de Norteamérica, han registrado la muerte de 500 millones de árboles, lo que calificó como una catástrofe ambiental.
En Michoacán, los estragos del cambio climático, traducido en una sequía de noviembre del 2020 a abril del 2021, ya causaron el derribo de 8 mil árboles por la plaga del descortezador del tallo en oyameles, en el Bosque “El Rosario”, reserva de la Mariposa Monarca.
“Nosotros tenemos censores de temperatura en la Mariposa Monarca y hubo sitios con cero precipitación. Eso generó un gran estrés en los árboles, al punto que la CONAFOR, se autorizó el derribo de 8 mil árboles maduros dentro de la reserva de la biósfera”
A decir del investigador nicolaita, el mundo se encuentra en medio del camino de un desastre total al aumentarse a 4 grados centígrados la temperatura en el planeta, por lo que cada 10 años, se gestarían 4 años de sequía severas
Ante esta situación, estableció que, para combatir este panorama climático, se deben disminuir las emisiones de CO2 en el mundo y que los programas de reforestaciones sean acompañados con plantas nodriza con 2 o 3 años de anticipación, lo que representa mayor inversión económica.
“El cambio que necesitamos debe ser “cuántas hectáreas reforestamos tal año” sino cuántas sobrevivieron después de 5 años. Más dinero o si no lo hay, plantar de otra manera, que es usando plantas nodriza, estamos seguros de que en la Mariposa Monarca que es lo que se necesita”