El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador y el gobernador Silvano Aureoles Conejo, afirmaron que no modificarán su postura en torno a la constitucionalidad de la intervención de las fuerzas armadas en materia de seguridad pública y señalaron que esperarán a la resolución del Poder Judicial Federal.
En la conferencia de prensa “mañanera” que se desarrolló en Morelia, el Ejecutivo Federal aseguró que defenderá la constitucionalidad del decreto que permitirá que el Ejército y la Marina intervengan en tareas de seguridad pública de manera extraordinaria durante los próximos 5 años, en tanto se consolida la Guardia Nacional, por considerarlo fundamental y necesario.
“En la Constitución ya está la creación de la Guardia Nacional y vamos a defender que se respete y vamos a esperar que la instancia judicial, en este caso, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) resuelva, pero también no debemos alarmarnos, son procedimientos establecidos y en una democracia no podemos pensar todos de la misma manera”.
En tanto, el mandatario michoacano, reconoció al presidente “su vocación por la libertad” y coincidió en que así como “el presidente dice “mi pecho no es bodega”, de manera personal acostumbra “decir las cosas como las veo y la pienso”.
En el caso específico de la controversia que promovió para que el Poder Judicial Federal determine el alcance del decreto presidencial, Aureoles Conejo, se dijo “defensor y admirador de las fuerzas armadas”, por lo que aclaró que no tiene ninguna dedicatoria.
No obstante, consideró que “ponerlas en tareas de seguridad implica un riesgo, sin embargo, yo defendí la ley de seguridad interior, porque es importante darles el marco legal a las fuerzas armadas en una tarea tan complicada como es la seguridad pública”.
“Un decreto no puede reglamentar la constitución, hay que cuidar a las fuerzas armadas y a la Guardia Nacional en tanto se consolida, no es cosa mala contra las fuerzas armadas”, afirmó.