La confrontación generada a partir de la imposición de ideas, acciones y conductas, siempre han recibido el rechazo, más si estás nos impiden ejercer nuestros derechos plenamente.
Observo con gran preocupación que quienes deben garantizar el acceso a los derechos humanos, no participan, simulan interés y tienen una deficiente capacidad crítica para allegarse de conocimiento científico, datos e información que sirva para sostener y fundamentar la imperiosa necesidad de no ser irresponsables al dejar a la población en estado de indefensión.
Larga data tiene la defensa y exigibilidad de los derechos humanos de las mujeres, mucho más la de ser dueñas de su propio cuerpo, es increíble que haya argumentos tan tendenciosos y que sostienen grandes mentiras, pero lo más preocupante es la imposición de una ideología, que es eso ideas y creencias, que son muy respetables pero que no tienen cabida cuando se trata de sostener argumentos relacionados a la vida, a la violencia y el acceso a la justicia.
Me cuesta trabajo creer que haya quien prefiere ver morir a una niña producto de un desgarramiento uterino porque su cuerpo no puede sostener un embarazo que no pidió ni tampoco se lo mando DIOS, una niña no necesitaba de eso para saber de su creencia, porque lo que le paso la hará sentir una gran culpa, porque creerá que no se portó bien, que lo provoco, por lo que debe ser castigada, tan sólo necesitaba sonreír y jugar, además de ser protegida por su red familiar inmediata.
Me preocupa que se hable de representación y que se invoque a la sociedad cuando no hay razones para hacerlo, ya que se puede hablar a título personal, producto del avance de los derechos humanos, que por cierto niega que tengamos las mujeres pero que si se beneficia de ellos. Lo que estás personas no saben o más bien no quieren entender es que lo que representa a la sociedad, es justamente la diversidad y la pluralidad, sin embargo, sus posiciones son francamente fascistas, como cuando obstaculizan el ejercicio del poder de las mujeres sobre su cuerpo, reduciéndolo a que se trata de socialismo y que es el DIABLO.
Resulta indispensable evidenciar de qué se trata el fascismo, ya que estás personas no hablan de ello, sólo les gusta parecer ungidas de respetabilidad, vestir de blanco como si fueran “puros” pero que en realidad son impíos y de ninguna manera buscan el bien común, mucho menos respetan la vida.
Por lo que saber qué es el fascismo, es de suma importancia, ya que podemos decirles que los grupos fascistas, han causado muchas muertes, que han desaparecido personas, que han generado guerras interminables y que el odio es la motivación más grande para limpiar esta sociedad que ha sido manchada según sus creencias, y que lo que busca es imponer un sistema totalitarista, nacionalista y militar.
Por eso hay partidos políticos que han defendido a ultranza esta postura, anulando a la sociedad, anulando la democracia, anulando los derechos humanos como prioridad, empezando por anular a las mujeres, de ahí que tengamos que estar muy atentos y atentas para que pierdan su registro ante el Instituto Nacional Electoral (INE) y nunca nunca puedan acceder a cargos ni recursos públicos.
Disentir sobre algunos temas y formas de abordarlos nos permite crear interés y posiblemente generar consciencia sobre una situación que podría estar en la agenda pública hasta conseguir que sea un asunto político y que tenga por ende costos, desafortunadamente los costos siempre están orientados a los negativos derivados de la presión “moral” de estos grupos, aunque podrían tener costos a favor que le permitan a esos grupos establecer mecanismos de protección en materia de derechos humanos y hacerlos efectivos, porque se gobierna para eso para la legalidad y dar certeza jurídica.
Es decir, la polarización ideológica, que ahora peligrosamente está colocada como un asunto político, tan sólo traerá mayores confrontaciones y conflictos, que puede conllevar a una disolución social, ya que ambas posiciones nos interesa la vida, nos interesa la justicia, nos interesa que no haya impunidad, el problema son los métodos que utilizan los políticos ineptos y carentes de talante político, porque justamente lo único que han hecho con las causas y demandas justas por la defensa de los derechos humanos es despolitizarlas, confrontarnos para decir quién sabe más y quién sabe menos, como si eso importará, lo central son las personas que merecen ser respetadas y garantizar el poder sobre su cuerpo de manera integral, decidir quien habita amorosamente en su cuerpo es un acto de profundo respecto sobre sí mismas, la violencia jamás será un acto amoroso, la sexual menos, el agresor sólo busca satisfacer su dominio sobre la víctima, entonces por qué dejar eso podrido en una.
Un derecho humano fundamental es la decisión y si se acompaña del libre albedrio, puede que se tenga más poder sobre el propio cuerpo, más acercamiento espiritual tendrán quienes decidan sobre ello, porque serán libres y su conciencia estará más humanizada.
Salgamos de esa polarización a la que nos quieren meter, la necedad tienen repercusiones graves cuando se establecen políticamente, la invisibilización de los derechos humanos coartan su ejercicio porque no hay condiciones institucionales para ello, ante este contexto es que el Centro Las Libres, particularmente Verónica Cruz, desde hace más de 20 años creo de una en una a las acompañantes para acceder a un aborto libre y seguro, somos parte de esa historia humana, generosa y amorosa, formamos parte de la política pública no estatal o ciudadana para garantizar no sólo la vida de quienes desean ejercer su derecho a decidir sino del ejercicio libre de un derecho humano que pasa por nuestro cuerpo, lo cual es maravilloso.
Aun ante la adversidad, las críticas, las amenazas, seguimos siendo parte y haciendo parte, aprendimos con ella que hay que hacer caminos distintos sin propiedad sin imponer, tan sólo estar para las demás cuando así queramos, porque esta experiencia ha permitido que ninguna mujer muera por decidir y que poco a poco se reduzcan los incides de mortalidad materna por aborto y que menos mujeres sean encarceladas o criminalizadas por ejercer su poder sobre su cuerpo.
Siempre hay maneras, siempre hay formas, hacerlo distinto y no ir todas juntas no significa coincidir, más bien entender que hay personas con las que nos gusta estar y construir es parte del ejercicio a decidir, es ejercer poder sobre nuestro cuerpo, es actuar libremente para ser ciudadana y defender desde diversas trincheras nuestros derechos humanos.
